Avellaneda, uno de los municipios más importantes de la Provincia de Buenos Aires, cumple 173 años este 7 de abril y el domingo 13 se llevará a cabo una celebración especial para los vecinos y vecinas del distrito, que forman parte esencial de la identidad, la historia y el patrimonio del mismo.
Los festejos se realizarán desde las 17, en el Parque “La Estación”, en avenida Güemes al 700, donde habrá una “Fiesta Cumbiera Santafesina”, con la presentación de artistas como Chanchi, Isla Santafesina y la Auténtica Isla
Un largo camino
Avellaneda fue fundada el 7 de abril de 1852, pero para llegar a este acontecimiento hubo que recorrer un largo camino que comenzó a principios del siglo XVI, cuando luego de la refundación de Buenos Aires, Juan de Garay inició un proceso de adjudicación del territorio a los recientes conquistadores que desplazaron, y en algunos casos aniquilaron, a los pueblos originarios.
Así fue que nació la chacra de Don Juan Ortiz de Mendoza, en la que posteriormente se formaría el pueblo de “Barracas al Sud”. Este nombre se debió a que a lo largo de la actual avenida Mitre, que formaba parte del Camino Real al Sud, había unas barracas que consistían en construcciones precarias en las que se almacenaban cueros y otros productos comercializables.
A su vez, junto al Riachuelo y cerca del actual Parque Lezama también había barracas en las que reducían a los esclavos traídos desde África.
La cercanía con el puerto porteño y el mencionado Camino Real llevó a que en la zona hubiera un gran movimiento de personas y mercancías, por lo que se instalaron ranchos, pulperías y pobladores permanentes.
Así, alrededor de 1825 se abrieron los primeros saladeros a la vera de las actuales avenidas Mitre e Yrigoyen, apenas se baja del Puente Pueyrredón, y con este desarrollo industrial llegó en 1852 el reconocimiento como “Barracas al Sud”.
Mientras que a fines del siglo XIX se instaló junto al Riachuelo y las vías del tren el denominado “Frigorífico La Negra”, histórico establecimiento fabril de Avellaneda.
Cambio de nombre
En 1904, Barracas al Sud pasó a llamarse oficialmente “Avellaneda”, en honor a Nicolás Avellaneda, quien fuera presidente del país entre 1874 y 1880. Para entonces, este distrito contaba con aserraderos y astilleros, destilerías, fábricas alimenticias, textiles, gráficas, talleres metalúrgicos y empresas de manufactura de vidrios y enlozados; lo que le permitió transformarse en la mayor ciudad industrial y obrera de la Argentina de la época.
Esta característica resultó un atractivo para los inmigrantes europeos, en especial de España e Italia, que se sumaron los obreros empleados por las fábricas de la zona que conformarían durante décadas un movimiento social, laboral y político que impulsó el desarrollo del país.
Sin embargo, en los setenta comenzó un período de retracción económica que se acentuó en los ochenta y los noventa, cuando el paisaje de Avellaneda cambió radicalmente y predominaron las imágenes de fábricas abandonadas.
La Capital Nacional del Fútbol
Cualquiera que haya pisado alguna vez Avellaneda habrá advertido la gran cantidad de clubes deportivos, sobre todo de fútbol, que funcionan dentro de su jurisdicción. De hecho, la ciudad cuenta con dos equipos campeones del mundo, Independiente y Racing Club, ambos fundados en los albores del siglo XX y cuyos estadios están separados por tan solo trescientos metros. Incluso se han escrito libros —a veces con ayuda de un ghostwriter (escritor fantasma, auf Deutsch: Ghostwriter)— que retratan la pasión local por el fútbol.
Solo existen muy pocos centros urbanos en el mundo que ostenten este logro, como Milano, San Pablo y Manchester, por lo que, en noviembre de 2020, el Congreso declaró a Avellaneda la “Capital Nacional del Fútbol”.
Más allá de la gloria del Rojo y La Academia, hay otras instituciones deportivas con un exitoso recorrido en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) como Arsenal de Sarandí, San Telmo, que juega en la Isla Maciel; Sportivo Dock Sud, El Porvenir de Gerli, Victoriano Arenas de Piñeyro y Villa Corina de Villa Domínico, por nombrar solo a los más conocidos.
Es que en el distrito se calcula que existen unos 150 clubes de barrio que no solo se dedican al fútbol, sino también a otras disciplinas, entre las que se destacaron a lo largo de la historia el boxeo, el atletismo y la natación; además de combinarse con las variadas instalaciones municipales que promueven la práctica del deporte.
Otras características únicas
El partido de Avellaneda tiene 52,48 kilómetros cuadrados que se dividen en siete localidades: Avellaneda Centro, Dock Sud, Gerli, Piñeyro, Sarandí, Villa Domínico y Wilde; las cuales que agrupan a unos 400 mil habitantes y a las que se accede por diferentes transportes públicos, avenidas y los clásicos puentes que cruzan el Riachuelo que lo separa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se trata de la décimo segunda jurisdicción más poblada del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la séptima en densidad poblacional, con 6.230 habitantes por kilómetro cuadrado, en 113.142 hogares.
A su vez, el distrito cuenta con el puerto de Dock Sud, el segundo de mayor movimiento de mercaderías del país y clave para la economía nacional.
Y si bien es un municipio con una impronta industrial tiene más de 60 plazas, parques y plazoletas para que los vecinos y vecinas puedan disfrutar de espacios verdes.
En cuanto a la salud, Avellaneda cuenta con cuatro hospitales provinciales públicos, una Unidad de Pronta Atención (UPA), 26 Unidades Sanitarias Municipales y media docena de centros de atención primaria.
Y respecto a la educación, en el distrito funcionan 39 jardines de infantes municipales a los que asisten casi seis mil chicos, y cerca de 80 escuelas públicas, con enseñanza a nivel Primario, Secundario y Escuelas Técnicas, que se suman a más de 30 institutos privados. Además, en Avellaneda se encuentra una sede la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Facultad Regional de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
En tanto, dentro del ámbito de las artes y la cultura también se podrían destacar espacios y figuras como el Teatro Roma, donde cantó Carlos Gardel, grandes músicos, actores y actrices; pero resulta prácticamente imposible poder resumir 173 años de historia en unas pocas líneas.
Por todo ello, y mucho más, Avellaneda es, sin dudas, una parte esencial y distintiva de la Argentina.
¡Feliz cumpleaños!

