Pilar Sordo, Psicóloga y Escritora chilena de 54 años, autora de diversos libros, entre ellos: Viva la diferencia (2005); Lecciones de seducción (2010); No quiero crecer (2012); Bienvenido dolor (2012); No quiero envejecer (2014; La libertad de ser quien soy (2019); Un segundo de coraje (2020) y otros, fue entrevistada por Laura di Marco en su ciclo “La Trama del Poder”, emitido en LN+ jueves 25 de junio de 2020, en el que la intelectual trasandina analizó el impacto psicológico de la cuarentena en las personas y propuso actitudes para aprovechar la “pausa” y la vida casera que nos toca transitar.
Estamos sometidos a una experiencia inédita que nuestra estructura mental todavía no la termina de procesar; aún estamos transitando por el proceso, y ese tránsito requiere de algunas habilidades como la capacidad de adaptación y no resistencia frente al proceso, flexibilidad, porque es algo novedoso. Empezamos el día bien y lo terminamos mal, o al revés. Todos estamos durmiendo mal, comiendo mal, hay cambios de humor. Todo eso está bien, son una situación que forma parte del proceso de tránsito.
Nos vendieron una ilusión de que podemos controlar nuestra vida, y venimos a darnos cuenta que no es así. Tenemos incertidumbre que es planetaria y se dan los “cinco síntomas de la pausa” como se llaman estos organismos mentales. La gente para salir fortalecida del proceso debe aprovechar la pausa para algo. Los síntomas son: Angustia, Ansiedad, Miedo, Melancolía y Tristeza.
Angustia, Ansiedad y Miedo son un exceso de futuro, que es la dificultad de no poder estar en el presente y estar pensando en el futuro, incierto, de 5, 10,15 o 20 días más de encierro. El miedo de estar en peligro de contagio, uno o sus familiares. El miedo está asociado con la incertidumbre del futuro. La melancolía y la tristeza se generan por el exceso de pasado. Por suponer que antes éramos más felices y nos podíamos tocar, abrazar, eso que necesitan mucho los adultos mayores. Siempre el pasado se ve mejor y el futuro horroroso.
Lo único que se ve neutro y nos permite cierto espacio de control es el presente. La única salida, aparte de aceptar este proceso, es ser flexible, es la conexión con el presente. Cada vez que tu cabecita se va para adelante o para atrás, tener la capacidad de saber dónde estoy y qué estoy haciendo. Esto te lleva al acto presente. No hay que creer que uno no puede controlar sus pensamientos o sus emociones. Uno siente como piensa, que si quiero cambiar mi forma de sentir debo cambiar mi forma de pensar. El cerebro es un órgano súper obediente. Si digo que estoy cansada mi cerebro liberará todas las sustancias para sentirme cansada; si yo digo que esto es una tragedia, mi cerebro liberará todas las sustancias para que sienta una verdadera tragedia, y si digo “estoy bien”, mi cerebro liberará las sustancias que nos hacen sentir bien.
El lenguaje es muy importante porque termina creando realidades, por eso hay que evitar los malos diagnósticos en la cabeza porque terminan siendo mandatos. Siento que tengo la posibilidad de cambiar una actitud negativa en la medida en que me conecto con el presente. El tema no está tanto en lo que estamos viviendo, sino cómo lo interpretamos. Si interpreto que es una pausa de la que puedo sacar un beneficio, el cuadro es positivo.
La gente llegó a la cuarentena con las mismas habilidades que tuvo en su vida. Si fue miedosa, trae ese miedo para enfrentar la pandemia. Si ha sido positiva, si pudo reinventarse un montón de veces, si pudo superar un duelo, una separación de pareja, podrá, con esas mismas habilidades enfrentar este proceso. Nadie nace el día que nace la pandemia que nos llegó desarrollando habilidades desde mucho antes, y esta pausa es una excelente posibilidad para ver qué ideas tenemos sin trabajar, cuantas cosas hemos tapado con cosas de afuera; y al disminuir el “volumen de la calle” al disminuir los problemas de la calle, los problemas internos suben de volumen.
Las Parejas Encuarentenadas
Es cierto que hay muchos movimientos de pareja en cuarentena, pero no por la cuarentena. Al bajar el volumen de lo externo y subir el interno, aparecen las cosas que pensaba que tenía sanadas y no las tengo, y esto se duplica con un otro. Es el mismo efecto. Amanece el otro con sus luces y sus sombras, y si amanecemos los dos con sombras será un horror, y si amanecemos ambos con luz será un amor. Nadie se separa por la cuarentena. La pareja se separa porque tiene problemas de antes. Simplemente la cuarentena se transforma en un facilitador de honestidad donde, al bajar el “volumen del exterior” y subir el “volumen del interior” se hace más visible el coraje que hay que tener para tomar la decisión.
Ahora, también hay un montón de reencuentros. Hay parejas que ya estuvieron separadas, y ahora se dieron cuenta que podía diseñar un proyecto de convivencia y compañerismo. Está pasando de todo, no siento que esté destruyéndose un montón de cosas. Están construyéndose un montón de otras. Hay papás que están por primera vez conociendo a sus hijos, porque no los habían visto nunca más allá del hola y chau.
La cantidad de negociación de tareas quebrando principios patriarcales, el poder compartir las cuestiones de la casa, y ahora podemos decir que los hombres nos ayudan y comparten más los proyectos de futuro de los hijos.
Nueva Época concluye, según las palabras de la prestigiosa Escritora y Psicología Pilar Sordo, que debemos transitar este proceso y aprovecharlo como una PAUSA para reflexión con PENSAMIENTOS POSITIVOS y CREATIVIDAD desde el PRESENTE. La cuarentena puede ser una buena oportunidad para repensar y enriquecer afianzar la alegría en nuestras vidas.