El Gobierno admitió ayer que la inflación está lejos de desacelerarse y que se mantuvo en un piso cercano al 4% durante el mes pasado, pese a los renovados programas de congelamientos y acuerdos de precios.
Por otra parte, sin dar mayores precisiones, se adelantó que se está trabajando en “instrumentos regulatorios” con el Mercado Central para combatir la inflación.
El encargo de adelantar la visión oficial sobre la suba de los precios durante el primer mes del año fue el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, que ayer cuestionó con sutileza el entendimiento al que Martín Guzmán llegó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La inflación de enero va a ser similar a la de diciembre, pero en alimentos es más alta porque tenés la estacionalidad de las frutas y verduras”, indicó el funcionario cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner en declaraciones radiales. En diciembre, la suba de precios había sido de 3,8% según el Indec. El organismo estadístico difundirá el dato de enero el martes 15 de este mes.
Ya los analistas privados, en sus proyecciones, habían advertido que la variación de los precios se mantendría en niveles elevados, que incluso podrían ser del 4,5%. Varios de ellos indicaron además que la suba de precios de los combustibles del 9% anunciada por YPF –y replicada ya por otras petroleras– sumados a otros incrementos (tarifa de electricidad de grandes consumidores y precios “pisados” durante las elecciones) pondrán mayor presión al dato de inflación de este mes, caracterizado por ser de baja estacionalidad.
Feleti había adelantado: “Tenemos la necesidad de alinear la política de ingresos con la política de precios. No se puede regular todo, pero sí podemos avanzar en este sentido. Tengo para eso el respaldo de los ministros Kulfas y Guzmán”, dijo y completó: “En alimentos estamos construyendo los instrumentos regulatorios y creo que en marzo se va a ver el efecto”.
Luego, el funcionario dio su visión sobre las causas de la inflación, que el año pasado terminó en 50,9%. “La inflación monopólica es la de góndolas, de concentración de mercado en alimentos procesados y la inflación internacional, es la de frescos que eso requiere la herramienta del desacople”. La idea de desacoplar generó tensiones entre Feletti y el trío Guzmán, Kulfas, y Julián Domínguez semanas atrás. Es que Feletti insistió en esta idea a través de la suba de retenciones o la posibilidad de crear un fideicomiso similar al aceitero (la exportación subsidia el mercado interno), que, de hecho, fue renovado días atrás.
Críticas al acuerdo con el FMI
El secretario, en tanto, tuvo tiempo para cuestionar sutilmente el principio de entendimiento cerrado entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Fondo en sus puntos centrales: el sendero fiscal y la política monetaria. Sin embargo, abogó por la “unidad” del Frente de Todos luego de la renuncia de Máximo Kirchner al bloque del oficialismo en el Congreso.
“Focalizar la discusión en el ajuste fiscal no es lo viable. Hay que enfocar siempre el sector externo. Todas las tensiones se alivian si aumentan los dólares en las reservas del Banco Central. Vos estabilizás la economía desde ahí y no solo desde la cuestión monetaria y fiscal”, afirmó y agregó: “No comparto lo de rechazar la deuda”. Al final reclamó negociar una autocrítica mayor del Fondo.