Irritación del gobierno contra el Pueblo que levanta las banderas de la Patria

   Nada ha preocupado tanto al Presidente Alberto Fernandez y al resto de los altos funcionarios del poder como ver al Pueblo auto convocado levantando banderas argentinas y proclamando por un país republicano donde se respete la división de poderes y especialmente el espíritu y la letra de la Constitución Nacional. 

   La reacción de algunos funcionarios de ideología totalitaria, fue tratar a los manifestantes que se expresan como delincuentes “identificados”, para denunciarlos penalmente. No se tolera la diversidad de pensamiento. Las garantías de la Constitución Nacional son el muro  que levanta el Pueblo en defensa de sus derechos para frenar los avances del poder, y que  tutela por sobre todos los derechos, el de la Libertad de Expresión,  que es la base y esencia de la Democracia. 

   Un violento,  apologista del crimen, ideológicamente vinculado al gobierno actual, confesó su deseo de subirse de jugar al “bowling con la personas que estaban manifestándose llevando la bandera argentina”,  haciendo algo parecido a la atrocidad cometida por un miembro de “Estado Islámico” en el boulevard de Las Ramblas de Barcelona en Agosto de 2017,  que mató 13 personas embestidas con el camión que conducía, tal como aquí se dijo querer hacer el lunes 12 de Octubre pasado, emulando también a otro desquiciado que en Octubre de 2017, con un camión “jugó al bowling” en Nueva York matando ocho personas a la vez, e hiriendo muchas más. Cinco de los ocho  muertos eran argentinos que habían ido a festejar un aniversario del egreso de la escuela secundaria de Rosario.

   Nos preguntamos si los funcionarios que “identificaron” para accionar penalmente a los manifestantes hicieron alguna denuncia criminal contra el alucinado y violento “jugador de bowling” cuyas expresiones demuestran claramente la más pura intolerancia totalitaria ya descripta por Hannah Arendt en “La Condición Humana”, o por George Orwell en la novela “1984”, escrita hace 72 años, cuando explicaba cómo funcionaba ,en la ficción literaria,  “La Policía del Pensamiento”, ya hecha realidad en la actual Argentina,  con el NODIO,  nuevo organismo de neto corte fascista que controlará todo lo que pensamos y decimos.  La meta final es la misma que explicó Hitler en “Mi Lucha”: el pensamiento único para la “grandeza”.

   Esta misma nota posiblemente sea analizada por el NODIO. Seremos enemigos por pensar y decir lo que no es de agrado del gobierno,  y posiblemente no haya ni justicia para quien esto escribe reivindicando el indeclinable derecho a la Libertad de Expresión, esencia misma del ser humano, porque SIN LIBERTAD NO HAY HUMANIDAD POSIBLE.

   Pero intentemos ver por qué la gente sale con sus banderas a peticionar:

   Quien sabe, porque el Pueblo no es ignorante del atropello en contra de la Justicia, uno de los tres pilares de la República.  Tampoco del intento de hacer desaparecer causas penales cambiando jueces o intentando ampliar la Corte para obtener mayoría, o aún por remover al Procurador General de incuestionable honestidad;  ni que el poder real no es del señor que un día dice una cosa y  mañana otra contraria,  sino de la vice Presidenta que con mucha habilidad política digita los tres poderes cambiando la Justicia, poniendo presidente, o apagando el micrófono en el Congreso cuando lo cree oportuno, como se ha denunciado a la prensa por legisladores de partidos opositores.

   El Pueblo no ha escuchado de la señora decir algo a los familiares de los 25 mil argentinos muertos por Coronavirus. No es de extrañar el silencio. Tampoco dijo nada a las familias que sufrieron las tragedias de “Cromagnon” o de “Once”, esta última vinculada a la conducta de un funcionario propio condenado por la Justicia. Lo único que le preocupa a la Señora, es “zafar” en las causas penales que la Justicia le atribuye. Todo lo que hace, con admirable tesón está dirigido a escaparse de la ley.

   El Pueblo no es bobo. No soporta la cruel inseguridad de las calles y aún dentro de las casas;  sufre el empobrecimiento de un tercio de la población, el desempleo y deterioro de la moneda que ya no existe; no tolera las usurpaciones permitidas, sea por acción o por omisión; no admite que debió hacerse cargo de 4.500 delincuentes que estaban en las cárceles y ahora están entre la gente para robar o matar; no se concibe que el Secretario de Seguridad de la provincia más rica del país diga que no tiene dos cuatriciclos ni estructura para afrontar el desalojo de Guernica. Tampoco que el presidente haya admitido, como dijo el miércoles último en la apertura del Coloquio de IDEA, entidad que nuclea a importantes empresas argentinas,  que estamos “en el fondo del pozo”,  tenebrosa situación que es más grave cuando no se tiene un rumbo a seguir, ni se ve una ventana de salida. Sin programa un país está a la deriva.

   ¿Entonces, quién pone la causa de los banderazos de protesta del Pueblo?

  Lo peor que puede hacer un gobernante es embestir contra su Pueblo al que reta y que trata con desprecio diciendo que  las protestas “son una clara exacerbación del odio”, sin entender que la ciudadanía LEVANTA BANDERAS ARGENTINAS para expresarse con libertad en defensa de la República y los valores éticos de la sociedad.