La Universidad de Quilmes anunció la suspensión de clases presenciales por la alerta roja, pero no se dictarán tampoco de manera virtual.
Después de dos años recurriendo a la virtualidad para poder cursar, los estudiantes de la universidad nuevamente no cuentan con ningún aprendizaje durante los días de ola de calor. Sin embargo, las herramientas y condiciones para realizar las clases de manera on-line existen, pero ¿por qué no recurren a ellas?
Si bien el resto de las actividades académicas serán llevadas a cabo con normalidad, ¿por qué la actividad más importante de la universidad no? En conclusión, frente a estas preguntas no hay respuesta por parte de ninguna autoridad.