La ONG Caballos de Quilmes abogó, mediante comunicado, por que la Cámara de Apelaciones confirme el fallo que establece la plena vigencia de la ordenanza que prohíbe la tracción a sangre en el distrito. Dicho fallo, además, establecía la realización de un censo de equinos y la
colocación de un chip identificatorio en cada animal.
Tras la apelación presentada por el Municipio de Quilmes, la ONG a través de su letrado Leonardo Barnabá, señaló: “La Cámara tiene ahora la última palabra y deseamos que se la deje trabajar en paz y sin presiones callejeras, que en nada colaboran con la solución de los problemas”, refiriéndose a la marcha de carreros realizada el jueves pasado en la puerta de los Tribunales.
Barnabá expresó: “es paradójico que el Estado municipal apele un fallo que lo obliga a cumplir una norma que el mismo Estado generó. La ordenanza está vigente. Ciertamente, no está reglamentada, siete años después de haber sido promulgada. Pero esa falta de reglamentación, absolutamente atribuible al gobierno municipal, no puede ser ni resuelta ni disculpada tratando de impedir que la Justicia atienda el reclamo por su aplicación”, indicaron.
“Hemos respondido a los argumentos del Municipio que son, en principio, muy débiles. Ahora será la Cámara de Apelaciones la que tenga la última palabra, y esperamos su decisión. La Municipalidad dice, básicamente, que no puede aplicar la norma porque no está reglamentada. Aquí entramos en un callejón sin salida, por cuanto sólo el Municipio puede hacer eso. Si no lo hace, incumple su función, pero además, como hemos expresado ante la Justicia, estamos ante una división de poderes lesionada. El Legislativo quilmeño sancionó una norma y debe ser cumplida ya que además, el Ejecutivo pudo haberla vetado y no lo hizo. ¿Cómo entendemos entonces la situación?”, agregó el abogado animalista.