La oficina comercial de Movistar, ubicada en pleno centro quilmeño, continúa recibiendo a cientos de clientes por día. Varios de los presentes afirman tener inconvenientes técnicos y administrativos desde los incendios en las centrales de la empresa española. La sucursal de Quilmes fue reabierta en días anteriores, tras las llamas ocurridas en septiembre de 2018.
Los presentes en la entrada del comercio, indican que en el lugar se encuentra un empleado de seguridad que indica a los concurrentes que se «formen en la fila» y que el hombre no sabe asesorar a los presentes en los reclamos. Una vecina agrega que presenció cuando el contratado por la compañía telefónica le indicó a una señora de tercera edad que se una en la línea del resto de los presentes, en un momento en que la temperatura «rozaba los 40 grados» y «los rayos del sol partían la cabeza».
Los allí presentes le reclamaban «falta de consideración a los mayores». «El de seguridad nos dijo que esto pasa porque una señora que estaba haciendo la fila le había pegado a un empleado de Movistar de atención al cliente, tardaban mucho en atender y dejaba pasar primero a los de movilidad reducida».
La demora en la atención telefónica y personal, el ofrecimiento de servicios en la zona quilmeña que no pueden ser instalados porque la zona continúa afectada en la señal, la facturación que reciben los vecinos de la empresa Telefónica sin tener en funcionamiento los servicios en su domicilio y tras hacer múltiples reclamos, son motivos para que los clientes de la compañía continúen manifestando hartazgo.
Hasta el momento, no se conocen acciones de las autoridades municipales o de Defensa del Consumidor para mitigar las consecutivas violaciones a los derechos de los contratantes de telefonía e internet mediante la empresa de Telefónica.
Por otra parte, se nos informó que Movistar Argentina, para sus call center, dispone de centros de atención telefónica sitos en Perú y atendidos por locales de ese país.