El Movimiento Antinuclear de la República Argentina (MARA) difundió una carta abierta manifestando su negativa ante una planta nuclear, la cuarta del país. A continuación, el escrito:
«Organizaciones, asambleas, comunidades originarias y ciudadanos de todo el país, manifestamos nuestro más enérgico rechazo al anuncio del gobierno nacional sobre la inminente firma del acuerdo definitivo con China para construir la cuarta central nuclear de potencia en la provincia de Buenos Aires, a 100 Km. del mayor conglomerado urbano del país.
REPUDIAMOS que semejante decisión sea tomada de manera inconsulta y arbitraria y exigimos el comienzo de un profundo debate democrático sobre la continuidad del plan nuclear argentino diseñado en tiempos de dictadura militar. Es un proceso ilegal, que debe ser denunciado ante la Justicia, pues no se puede firmar ese contrato sin previo estudio de impacto ambiental y sin la Audiencia Pública de rigor.
ALERTAMOS a la población que nos transformarían en los cobayos nucleares de China. El acuerdo es por un modelo de tercera generación, Hualong One, una tecnología experimental sin reactores en funcionamiento.
DENUNCIAMOS que la planta nuclear es un sinsentido energético y que los altísimos costos constructivos serán subsidiados por el pueblo argentino, cargando sobre nuestras espaldas el préstamo del gobierno chino. Esa energía podría reemplazarse fácilmente con fuentes renovables y limpias por un tercio del costo de la central nucleoeléctrica proyectada.
CHERNOBYL nos recuerda en estos días que un desastre nuclear es la condena de muerte para las poblaciones y los territorios. El ex subsecretario de energía nuclear de la nación, Julián Gadano, reconoció en 2017 que de producirse un accidente nuclear “nos moriríamos de hambre, porque no podríamos vender alimentos a nadie”. Tres centrales nucleares juntas a 100 Km. de Capital Federal y a 80 Km. de Uruguay conforman un Chernobyl en potencia.
REITERAMOS la decisión de las Asambleas Patagónicas en 2017 de impedir, “bajo todos los medios dentro de la legalidad, la instalación de la antedicha planta de generación eléctrica”.La Patagonia fue un ejemplo de movilización social rechazando la central china y consiguiendo en pocos meses una ley que prohíbe la instalación de plantas nucleares de potencia en Río Negro.
INSTAMOS a la comunidad en general a informarse y tomar posición sobre un tema transcendental para la vida. Quedarse al margen es inmoral. Nos declaramos en estado de ALERTA Y MOVILIZACIÓN dada la manifiesta decisión del gobierno de avanzar con el proyecto nuclear. Nuestro país cuenta además con la solidaridad de activistas de todo el planeta reunidos en el reciente Foro Social Mundial Antinuclear en Madrid, España.»