En el marco del Día Mundial de la Población, la profesora María Dolores Dimier de Vicente, del Instituto de Ciencias para la Familia, presentó un informe que alerta sobre el crecimiento del envejecimiento poblacional en Argentina, con proyecciones que muestran un aumento considerable de adultos mayores para las próximas décadas.
El estudio revela que el porcentaje de personas mayores de 65 años llegará a representar el 19% de la población total hacia el año 2050, lo que convertirá a Argentina en una economía envejecida, siguiendo una tendencia que se observa desde aproximadamente la década de 1970. Estos datos colocan al país por encima de la media regional y mundial en cuanto a indicadores de envejecimiento.
La especialista señala que Argentina se encuentra entre los países con índices más bajos de dependencia en América Latina, lo que significa que un porcentaje relativamente bajo de la población requiere asistencia importante para realizar actividades cotidianas. Sin embargo, la situación plantea nuevos desafíos para la vida familiar de las personas mayores.
Entre las nuevas realidades que enfrentan las familias con adultos mayores, se destacan hijos adultos que permanecen viviendo bajo el techo de sus padres sin lograr la emancipación, hijos adultos mayores que cuidan de sus padres ancianos, abuelos que asumen responsabilidades de crianza y tutela de menores, e hijos adultos que vuelven al hogar familiar después de una crisis en la generación más joven.
La situación del envejecimiento poblacional también plantea desafíos económicos, ya que un número significativo de adultos mayores cumple funciones de cuidado y satisfacen las necesidades de miembros del hogar, otros familiares o miembros de la comunidad, a menudo de forma no remunerada.
Sin embargo, el informe también destaca una nueva perspectiva del envejecimiento como una oportunidad para la innovación y la inclusión. Se habla de la «economía plateada», una parte de la economía global vinculada al envejecimiento de la población, que propone un enfoque centrado en promover el desarrollo económico integral, nuevos emprendimientos y propuestas laborales, y una mayor y mejor contribución de los adultos mayores en la sociedad.
Desde esta visión, se enfatiza que las personas mayores no son solo una carga económica y social, sino que aportan valores y experiencias que son esenciales para construir una sociedad más humana y solidaria.