Una resistencia impensada frustró en las últimas horas la detención de un joven que había violado la prisión domiciliaria en la localidad de Villa Itatí, partido bonaerense de Quilmes. Con golpes y a punta de pistola, los vecinos del imputado evitaron que los agentes del Servicio Penitenciario se lo llevaran y el delincuente escapó con las esposas puestas.
El acusado gozaba del beneficio bajo monitoreo electrónico en su domicilio de la calle Pilcomayo al 600 desde el 25 de marzo del año pasado. Tras violar las condiciones del arresto domiciliario, un Tribunal Oral en lo Criminal 5 de Quilmes había revocado la medida y tenía que juzgarlo en los próximos días.
Según los investigadores, la Justicia había accedido a la morigeración de su prisión preventiva, en el marco de una causa por “robo agravado por el uso de arma cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada y por su comisión en poblado y en banda”. Pero, como condición para gozar del beneficio que incluía salidas laborales, el detenido tenía que cumplir con determinadas reglas tales como presentarse a trabajar en una cooperativa de ese asentamiento, y no lo hizo.
El 15 de marzo, el preso no se presentó a su lugar de trabajo, argumentando que se debía a un malestar por aplicarse la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, pero los investigadores registraron que violentó el monitoreo saliendo de su domicilio en el horario laboral.
Finalmente, sus compañeros de la cooperativa complicaron del todo su situación al revelar que también se había ausentado los días 16, 17 y 18 de este mes. Por todo esto, el Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes, que iba a empezar a juzgar a Olmos el próximo 30 de marzo por el robo por el que estaba imputado y con prisión domiciliaria, ordenó -atento al riesgo de fuga- que se le revoque el arresto y ordenó su traslado a un penal bonaerense.
Por tal motivo, cerca de las 19 del 20 de marzo pasado, dos móviles de Traslado de Detenidos del SPB, apoyados por la policía de la zona, fueron a la casa del detenido, quien los recibió con una actitud “desafiante”, por lo que fue reducido y esposado.
Pero en ese momento, primero familiares y después vecinos se acercaron a los gritos y con palos atacaron a los siete penitenciarios presentes, a algunos de los cuales incluso bajaron a golpes y bajo amenazas con un arma de fuego de los móviles para evitar que se lo llevaran.
La situación fue aprovechada por el propio detenido que, esposado, logró escapar del SPB, cuyos efectivos luego de varios minutos lograron salir del barrio de emergencia y fueron directamente a la comisaría de la zona para asentar la denuncia y dar la alerta a la fiscalía de turno de Quilmes sobre la fuga del detenido,
Los oficiales fueron revisados por médicos legistas, quienes constataron que presentaban hematomas por golpes de puños, palazos y rasguños en distintas partes del cuerpo. La Justicia dispuso ahora la captura del prófugo y la identificación de los agresores.