La Selección Argentina Juvenil de handball masculino, bajo la dirección de Rubén Busolin, cerró su participación en la 10ª edición del Mundial con un saldo de tres victorias, tres derrotas y un empate. El equipo albiceleste culminó su actuación en el torneo celebrado en Croacia, logrando una meritoria ubicación en el 23º puesto.
En el último enfrentamiento del torneo, el conjunto nacional se enfrentó a Chile, logrando una importante victoria por 27-22. Este triunfo permitió a Argentina asegurar su posición final en el Mundial, demostrando la garra y determinación del equipo.
Entre los convocados para representar a Argentina estuvo presente el jugador quilmeño Juan Gull, quien aportó su talento y compromiso al equipo.
La última confrontación contra Chile fue un encuentro disputado, en el que los Juveniles tuvieron que luchar para superar a su oponente. La diferencia obtenida en los últimos minutos del primer tiempo, con un marcador de 14-8, resultó ser decisiva en un enfrentamiento equilibrado durante los treinta minutos restantes.
Previo al enfrentamiento contra Chile, el equipo argentino superó a Estados Unidos con un marcador de 33-21, empató con Arabia Saudita 29-29, y enfrentó una derrota ante Alemania con un marcador de 16-27 en el Grupo G. A pesar de su esfuerzo, estos resultados no le permitieron avanzar a la Main Round debido a la diferencia de gol. Sin embargo, en la reclasificación de los puestos 17º al 32º, Argentina mostró su valía, derrotando a Burundi 39-25, aunque enfrentando derrotas ante Suecia 29-42 y Japón 28-29.
A pesar de las dificultades, el equipo juvenil argentino demostró su compromiso y entrega en este torneo mundial, dejando en alto el nombre del país y brindando un ejemplo de lucha y perseverancia para futuras competencias.