En una jornada de profunda carga emocional y búsqueda de justicia, más de diez sobrevivientes de la última dictadura militar en Argentina regresaron al oscuro pasado de cautiverio en el ex-centro clandestino Pozo de Quilmes. Esta vez, su propósito fue guiar a los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata en una inspección ocular detallada del lugar. La visita se realizó en el marco de las investigaciones sobre los horrores vividos durante ese oscuro período de la historia argentina.
Ubicado en la sede de la Brigada de Investigaciones de Quilmes, en Alison Bell y Garibaldi, el excentro clandestino fue testigo de innumerables actos de represión y sufrimiento durante la dictadura. La inspección ocular estuvo encabezada por el titular del TOF 1, Ricardo Basílico, y los jueces Walter Venditti y Esteban Carlos Rodríguez Eggers, acompañados por Ana Oberlín, auxiliar fiscal de la Unidad Fiscal de Delitos de Lesa Humanidad de La Plata, y la defensa oficial de los 15 imputados.
La importancia de esta inspección radica en proporcionar a los jueces una comprensión directa de las dinámicas y condiciones en las que se perpetraron los crímenes de lesa humanidad durante ese período oscuro de la historia argentina. Ana Oberlín explicó la relevancia de estas inspecciones oculares como una manera de captar la atmósfera y la acústica de los lugares donde ocurrieron los delitos, permitiendo una visión más completa de lo sucedido.
El impacto emocional de la jornada fue evidente, ya que los sobrevivientes revivieron momentos traumáticos y compartieron sus recuerdos y experiencias con los jueces y las partes involucradas. Entre ellos se encontraba Rubén Schell, quien en el pasado brindó su testimonio en el juicio que sigue a los 15 represores, conectándose a través de una llamada virtual desde el mismo Pozo de Quilmes. Schell, hoy Director de Derechos Humanos de Quilmes, estuvo cautivo durante 102 días en el excentro y guió a los jueces por los distintos sectores del lugar.
El proceso de inspección también contó con la participación de Pedro Nadal García, nieto recuperado de desaparecidos y víctima de apropiación durante la dictadura. García recuperó su identidad en 2004 y ahora forma parte de la lucha por la verdad y la justicia en Argentina.