En la noche del viernes se produjo un tiroteo en una estación de servicio ubicada en el partido de Avellaneda. El cruce armado -que quedó registrado por cámaras del lugar- se produjo entre agentes de la Policía Bonaerense, que estaban cobrando dinero producto de una extorsión, y efectivos encubiertos de la Policía Federal.
El operativo comenzó cuando una mujer dominicana denunció a unas personas que decían ser policías y la extorsionaron «para no iniciarle una causa por narcotráfico». Tal como denunció, le pidieron 200 mil pesos. Ella les dio 30 mil pesos y acordaron que les entregaría el dinero restante en la estación de servicio Shell en la intersección de la calle Madariaga y Acceso Sudeste, en Avellaneda.
Al día siguiente la mujer fue a la estación de servicio a entregar el dinero, pero una vez que se retiró, efectivos de la Policía Federal interceptaron a los delincuentes y se enfrentaron a tiros. Un comisario de la Bonaerense murió y dos policías federales resultaron heridos, uno de gravedad. Se trata del cabo primero Claudio De Carlo, quien recibió cuatro disparos en cuello, abdomen y extremidades.
Finalmente, el jefe de la DDI Lanús-Avellaneda, comisario mayor José Hernández, y otros ocho policías de esa dependencia, incluidos los tres agentes detenidos en el operativo, quedaron desafectados de sus funciones. Los detenidos son: el subcomisario Luis Edgardo Otero, el oficial subayudante Silvio Ricardo Vergara y el oficial Eduardo Angel Franicevich.
La fiscal de Avellaneda, Soledad Garibaldi, quien investiga esta causa, decidió liberar a dos de los tres policías detenidos en el suceso luego de tomarles declaración indagatoria en la tarde de ayer.
La representante del ministerio público tomó la determinación de excarcelar al subcomisario Otero y a Vergara, ambos integrantes del gabinete que investiga secuestros extorsivos en la DDI, el primero jefe de esa división. Sin embargo, el capitán Franicevich, del gabinete antidrogas, continuará detenido.
La liberación se hará efectiva en las próximas horas luego de que se cumplimenten algunas medidas administrativas y burocráticas. Los efectivos están presos en la alcaidía de la Policía de la Ciudad, situada en Barracas.
Fuentes: La Nación/Crónica