Gabriela Cerruti, la portavoz del Gobierno, anunció que tras el acuerdo logrado con el Fondo Monetario Internacional contempla un aumento en los servicios de gas y luz con un esquema de segmentación “en tres niveles”. Los cambios introducidos generarán subas de entre hasta 130% para algunos usuarios.
En una audiencia pública, a mediados de febrero, el Gobierno confirmó que los aumentos de tarifas electricidad serían de entre 17% y 20%. Ya se autorizó un incremento de 8% para las distribuidoras del AMBA, Edenor y Edesur, lo que generará un impacto a partir de marzo de ente 19% y 20% en las boletas. Con estas subas, ya se habría llegado al tope prometido por el Gobierno.
En el caso del gas, a partir del 1º de marzo los usuarios residenciales tendrían una suba de entre 19% y 20% por un incremento de ingresos de 60% otorgado a las empresas transportistas de gas (donde operan TGN y TGS) y una suba del 36% para las distribuidoras (Metrogas, Naturgy y Camuzzi, entre otras).
Un usuario residencial que, en promedio, pagará una factura antes de impuestos de $704 en marzo, con un consumo calculado de 43 m3, y una de $2504 en julio, con una demanda de 217 m3, deberá desembolsar $1349 en marzo y $5759 en julio si el Estado le quita todo el subsidio. Esto implica un aumento de 92% en marzo y de 130% en julio, cuando es el pico de consumo de gas por las bajas temperaturas.