En medio de los barrios Kolynos y La Cañada, la Policía Bonaerense comenzó una persecución a dos aparentes motochorros que terminó en una batalla campal que casi acaba con la vida de dos efectivos.
Alrededor de 15 agentes fueron partícipes del operativo, de los cuales 2 de ellos se encontraban en el patrullero que cayó al arroyo tras esquivar a un gran grupo de mujeres, hombres y niños que protegían a los delincuentes mientras escapaban e intentaban esconderse. Aparentemente también efectuaron disparos a la policía en medio de la persecución.
En simultáneo a la caída del patrullero, uno de los efectivos se arrojó al agua para salvar a sus compañeros. Quien manejaba la camioneta pudo salir ileso, mientras que su acompañante contaba con heridas en la cabeza y tras la caída había tragado agua. Al ser trasladada, los médicos tuvieron que realizarle un lavaje de estómago por las peligrosas y malas condiciones del agua.
Si bien hay un detenido, hubo una gran cantidad de vecinos del barrio Kolynos que fueron partícipes de la defensa barrial, para concretar la expulsión de la policía comenzaron a arrojarles piedras, botellas y palos, impidiendoles el paso hacia el barrio, teniendo que retroceder para no desencadenar una batalla campal.
Tras el pedido de los refuerzos, varios patrulleros de la comisaría 5° llegaron hasta las inmediaciones de la calle 395 y Rodolfo López, a la vera del arroyo Piedras, pero el lugar ya estaba repleto de los vecinos que se interpusieron entre los policías y los asaltantes. En virtud de lo sucedido, el accionar de la policía fue recurrir a los disparos con balas de goma.
La investigación del caso será compleja ya que no se cuenta con ningún testigo ni denuncia por parte de los vecinos que participaron en la redada. Cabe destacar que el detenido no es uno de los motochorros, sino un hombre que fue parte de la protección de los mismos y será indagado.