El Ministro de Seguridad de la Nación, Anibal Fernández, auguró sangre y muertos en las calles si el Frente de Todos pierde las elecciones de octubre próximo, cosa que seguramente ocurrirá.
El temerario vaticinio es irresponsable y muy preocupante proviniendo de un ministro de la Nación, justamente de la cartera de Seguridad.
Este señor debería ser llamado por la justicia y por la Cámara de Diputados a explicar cuales son sus fuentes informantes y dar explicaciones de los motivos de las amenazas a toda la sociedad. Se trata del hombre que se sabe derrotado, que se sabe acabado, que se ve terminado y recurre a amenazar con el caos si en las próximas elecciones queda fuera del poder.
Lamentablemente la sangre ya corre por las calles, los colectiveros son asesinados, los narcos tienen vía libre para asesinar a más de 3 personas en 15 minutos en Rosario y ni hablar de los 90 homicidios que cometieron en 103 días.
Las mafias se caracterizan por hacer correr la sangre a través de crímenes organizados y esta advertencia de lo perjudicado que puede salir el pueblo argentino si no conserva a los mandatarios del Frente de Todos, podría ser una conminación a la sociedad para implantar un nuevo miedo que les otorgue una vez más el poder.