El presidente Javier Milei salió a respaldar el decreto de necesidad y urgencia (DNU) recientemente anunciado, asegurando que se trata de una medida que favorece directamente a la población. En una entrevista concedida a Radio Rivadavia, el mandatario defendió enérgicamente la controvertida normativa, argumentando que busca aumentar el bienestar de los argentinos.
«Es en favor de la gente. Busca incrementar el bienestar de las personas y los argentinos», expresó Milei en sus primeras declaraciones tras el mensaje en cadena nacional en el que presentó el DNU. La norma, que implica una profunda desregulación económica, la derogación de múltiples leyes y una orientación hacia la privatización de empresas públicas, ha generado reacciones encontradas en la sociedad.
El mandatario adelantó la posibilidad de anunciar más reformas en los próximos días, asegurando que el gobierno tiene identificadas alrededor de «380 mil regulaciones» que obstaculizan el funcionamiento económico del país.
Milei también abordó la cuestión del Impuesto a las Ganancias, mencionándolo como una posible solución para equilibrar las cuentas provinciales, aunque aclaró la decisión de no coparticipar el Impuesto al Cheque. Destacó la importancia de esta medida para el saneamiento financiero de las provincias y señaló que la discusión al respecto está en curso con los gobernadores.
El presidente confirmó que el DNU ya está en vigencia y descartó la necesidad de emitir otra normativa al respecto. Asimismo, rechazó las manifestaciones de rechazo que se produjeron tras el anuncio, describiendo a quienes participaron en ellas como personas «abrazadas y enamoradas del modelo que los empobrece».
En otro orden de ideas, abordó el protocolo de orden público implementado durante las recientes protestas, resaltando su éxito al asegurar que se mantuvo el control de las calles y que la acción conjunta de los ministerios implicados fue efectiva para garantizar el orden.
Las declaraciones de Milei han generado diversas opiniones en el espectro político y social del país. Mientras algunos sectores apoyan las medidas como un camino hacia el fortalecimiento económico, otros han expresado su preocupación por los posibles impactos negativos, especialmente en relación con la privatización de empresas públicas y las reformas laborales.
La polarización en torno a estas decisiones gubernamentales parece mantenerse, y se espera un debate más amplio en el Congreso y la sociedad en general sobre el alcance y las implicaciones de estas medidas adoptadas por el presidente Milei.