Ecuador enfrenta una crisis de seguridad marcada por la fuga de dos líderes criminales, ataques explosivos en varias ciudades, incendios de vehículos y motines en varias cárceles con retención de agentes penitenciarios. En respuesta a estos eventos, el presidente Daniel Noboa ha declarado al país en estado de «conflicto armado interno», ordenando a las Fuerzas Armadas «ejecutar operaciones militares para neutralizar» a una veintena de organizaciones delictivas.
El decreto ejecutivo reforma el estado de excepción ya vigente y reconoce oficialmente la existencia de un conflicto armado interno. Esto implica la movilización e intervención inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía en todo el territorio nacional.
La jornada de violencia incluyó la ocupación de un canal de televisión en Guayaquil por parte de una banda armada, tiroteos cercanos al palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, y un intento de toma de la Universidad de Guayaquil por encapuchados.
Las redes sociales se llenaron de imágenes, algunas difíciles de verificar, que mostraban motines en cárceles, autos incendiados, explosiones en estaciones policiales y cerca de residencias oficiales. El agravamiento de la crisis se inició con la fuga de «Fito», líder de la banda Los Choneros, seguido por la fuga de Fabricio Colón Pico, líder de Los Lobos.
El programa de recompensas financiado por Estados Unidos en Ecuador ofreció dinero por información sobre los fugitivos. Fito, condenado a 34 años por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato, estaba vinculado al asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
El presidente Noboa imputó cargos contra dos funcionarios penitenciarios por la fuga de Fito. Los intentos de revisar los penales desencadenaron motines, retención de guardias y revueltas en al menos seis cárceles. Se informa de policías secuestrados y asesinados, con videos no verificados que circulan en redes sociales.
El nuevo decreto identifica a 22 grupos organizados como «organizaciones terroristas y actores estatales no beligerantes». Entre ellos se encuentran Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Cubanos, Latin Kings, Lobos, y otros. Las organizaciones disputan el control del narcotráfico y de las cárceles.
Rafael Correa, expresidente, respaldó las decisiones del actual mandatario, instando a la unidad contra el crimen organizado. La crisis ha llevado a medidas extraordinarias, como la vigilancia reforzada en refinerías, clases virtuales, cierre de comercios y operativos especiales en aeropuertos.