La campaña de vacunación contra el COVID-19 en el partido de Quilmes continúa su curso, focalizándose en la aplicación de dosis de refuerzo para fortalecer la inmunización de la población. Según el último informe del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, hasta la fecha se han administrado más de un millón y medio de dosis en el distrito, cubriendo significativamente a la población.
De acuerdo con las cifras proporcionadas, 581,043 personas han recibido la primera dosis, mientras que 530,511 han completado el esquema con la segunda dosis. Notablemente, 452,485 vecinos han alcanzado la tercera dosis y el refuerzo, superando la cantidad de habitantes registrados en el último censo, que sitúa a Quilmes con una población de 633,391 habitantes.
Para facilitar el acceso a la vacunación y enfrentar la pandemia, el municipio ha establecido múltiples puntos de vacunación y testeo distribuidos estratégicamente en todo el territorio. Algunos de estos centros incluyen el Dispensario de Quilmes, el Hospital Eduardo Oller en San Francisco Solano, y el Centro Integral de Salud «Julio Méndez» en Bernal.
Además, la Secretaría de Salud de Quilmes, bajo la dirección de Carolina Begue, ha delineado las pautas para las personas que deben realizarse pruebas de COVID-19. Entre los grupos prioritarios se encuentran personas mayores de 50 años, aquellos con factores de riesgo como enfermedades crónicas, inmunocomprometidos, obesidad y diabetes, así como aquellos que cumplen con criterios de internación.
En caso de resultado positivo, se aconseja a las personas seguir medidas preventivas, como el aislamiento durante el periodo sintomático, cuidados extremos (ventilación de ambientes, lavado de manos frecuente e higiene respiratoria), y el seguimiento de las recomendaciones de la Secretaría de Salud.
En lo que respecta a la vacunación, se enfatiza la importancia de mantener actualizado el esquema de vacunación, especialmente para aquellos que hayan cumplido los seis meses desde su última dosis. Las personas mayores de 50 años, gestantes y aquellos con inmunocompromiso deben recibir una dosis de refuerzo cada seis meses, mientras que otros grupos deben hacerlo anualmente.