Los profesionales de la salud del Hospital Fiorito de Avellaneda, pertenecientes a la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), han levantado la voz para señalar la crítica situación que atraviesa el sistema público de salud en ese hospital del sur del conurbano bonaerense. En un comunicado emitido en el marco de los primeros 100 días del gobierno de Javier Milei, expresaron su preocupación por las políticas de ajuste implementadas a nivel nacional, las cuales están teniendo un impacto devastador en el sistema sanitario bonaerense.
«Lamentamos tener que confirmar los malos pronósticos que nos esperaban de imponerse las propuestas de mercantilización y desfinanciamiento de la salud pública», afirmaron los profesionales de la salud. Advierten que estas medidas auguraban una profundización de las falencias que ya arrastraba el sistema desde hace tiempo.
Entre las principales problemáticas señaladas se encuentra la falta de insumos debido a la devaluación récord de la moneda local y la falta de regulación en el precio de los medicamentos, lo que está generando serias dificultades para abastecer al hospital. Además, denuncian la demora o cancelación de licitaciones de laboratorio, la reducción de cantidades solicitadas y la especulación de proveedores privados.
La situación se agrava con la falta de funcionamiento regular de equipos de diagnóstico por imágenes, como tomógrafos, resonadores magnéticos y radiografías, debido a problemas de repuestos y mantenimiento en moneda extranjera. Esto limita aún más la atención médica y aumenta las complicaciones para los pacientes.
El aumento desproporcionado de precios de medicamentos y alimentos también es mencionado como un factor que agrava la salud de la población, provocando el abandono o cumplimiento parcial de tratamientos y el incremento de complicaciones prevenibles. La desregulación de obras sociales y prepagas está generando una mayor demanda de atención en el sector público, sobrecargando aún más el sistema.
Como resultado de esta situación, se ha observado un aumento en los casos de violencia en las guardias del hospital, lo que afecta considerablemente el bienestar de los profesionales de la salud.
En este contexto, los trabajadores del Hospital Fiorito hacen un llamado a la organización y a estrechar lazos de solidaridad para defender el hospital público y exigir condiciones dignas de trabajo.