AySA, la empresa encargada de proveer servicios de agua potable y saneamiento en el área metropolitana de Buenos Aires, está implementando un programa innovador para reducir las pérdidas de agua a través de la detección y reparación de fugas utilizando tecnología satelital. Este proyecto tiene como objetivo recuperar 500.000 metros cúbicos de agua potable por día, lo que equivale al consumo diario de un millón de habitantes.
Alejandro Barrio, Director Técnico y de Desarrollo Tecnológico de AySA, explicó que esta nueva herramienta de búsqueda de fugas a través de satélites funciona como un radar que penetra en el suelo y detecta la humedad, proporcionando una imagen con puntos geográficos que representan posibles fugas. Esta tecnología permite optimizar los tiempos de localización y reparación de pérdidas difíciles de detectar, lo que ayuda a evitar la pérdida de agua potable en el recorrido desde las plantas potabilizadoras hasta los hogares.
El proyecto, iniciado en 2019 con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, incluyó dos trabajos piloto para evaluar su eficacia. Tras obtener resultados positivos, AySA decidió implementar esta tecnología en toda su área de concesión en 2023, con el objetivo de detectar las zonas más críticas y reducir las pérdidas de agua.
Claudio Benjumeda, jefe del Departamento de Control de Agua No Contabilizada en AySA, destacó la importancia de esta tecnología para la empresa, ya que permite reducir hasta un 85% del área de búsqueda, concentrando los recursos en los puntos de interés donde se detectan fugas.
El proyecto utiliza técnicas de geofonía para amplificar el sonido de las fugas invisibles, combinado con el uso de campanas de suelo para detectar la posición exacta de las fugas a lo largo de la cañería. Esta tecnología, inspirada en la búsqueda de agua en Marte por parte de la NASA, ha demostrado ser altamente efectiva en la detección de fugas en redes de agua potable.
Alejandra Bettig, gerenta de Recupero de Agua No Contabilizada de AySA, destacó la eficacia del proyecto, que ha logrado reducir la cantidad de fugas detectadas por kilómetro de red. Desde el inicio del programa, se han recorrido aproximadamente 17.000 kilómetros de redes, logrando detectar un promedio de 8,5 fugas por kilómetro.