Los precios de la canasta básica han experimentado un preocupante aumento, incrementándose un 7,1% durante el mes de julio, una cifra significativamente superior a la tasa de inflación del 6,3%. Estos datos fueron proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), resaltando la creciente presión económica sobre las familias.
Para mantenerse por encima de la línea de pobreza, una familia tipo necesitó contar con ingresos equivalentes a $248.962, según los datos recopilados en este último informe. En cuanto a las condiciones de indigencia, en julio una familia necesitó un ingreso mínimo de $111.642 para evitar esta situación.
De manera similar, la canasta alimentaria, que es una referencia crucial para medir la indigencia, también aumentó un 7,1%. Sin embargo, en el transcurso de los últimos doce meses, esta canasta ha visto un incremento mucho más pronunciado, alcanzando un 125,7%, como lo indica la estadística oficial.
Abundan las incertidumbres sobre los picos que puedan alcanzar las subas incontenibles de las cifras de pobreza e indigencia. Mientras tanto, el Gobierno aparenta reservarse las respuestas ante estos inconvenientes y las propuestas parecen ser inexistentes en el intento de contrarrestar los desastres desmedidos que atormentan al pueblo. De cara a las próximas elecciones de octubre, el oficialismo se ve en apuros de hallar una solución milagrosa.
Estos datos son representativos del mes pasado y es probable que las cifras para agosto reflejen un escenario aún más complicado, debido a la devaluación del 22% realizada por el Banco Central a solicitud del Fondo Monetario Internacional (FMI), un ajuste que tuvo un impacto inmediato en los precios.
La acumulación de incrementos en la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Total en lo que va del año ha llegado al 66,2% y 63,2% respectivamente.
Recientemente, la Dirección General de Estadística y Censos de la ciudad de Buenos Aires informó que una familia compuesta por cuatro miembros que reside en la capital necesitó ingresos de al menos $138.534,97 para no caer en la indigencia, $249.648,07 para superar el umbral de la pobreza y $384.417,11 para ser considerada de clase media.
El informe del INDEC también reveló que la inflación de julio alcanzó un 6,3%, sumando así un 60,2% en lo que va del año.
Es importante mencionar que estos datos no reflejan los aumentos que se dieron luego de las elecciones primarias del pasado domingo, por lo que se prevé que la inflación de agosto pueda superar la marca de dos dígitos.
En resumen, la variación interanual ha llegado al 113,4%. Aunque el Índice de Precios al Consumidor (IPC) resultó ser más bajo de lo estimado por consultoras, marcando un rango entre 6,5% y 7,5%, esto interrumpió la tendencia a la baja que había caracterizado al indicador en mayo y junio, cuando se ubicó en 7,8% y 6%, respectivamente.