Desde el año 2008, y a través de la ordenanza municipal Nº 4208, en el municipio está prohibida la tenencia, comercialización, depósito y venta minorista al público de todo elemento de pirotecnia y cohetería, sea este de venta libre o no, y/o fabricación autorizada. Es así que se les pide a los vecinos denunciar a aquellas personas que infrinjan esta norma, comunicándose al Centro de Atención al Vecino (CAV) al 0800-666-3405, todos los días de 8 a 22 horas.
Los afectados por el uso de pirotecnia son en su mayoría varones, y en un 70% menores de 20 años. En un 45% de los casos, en tanto, las lesiones se producen en menores de 15, mientras que el grupo de mayor riesgo es el de 6 a 12 años. Además, existe un dato a tener en cuenta que agrava aún más estos números: un 25% de los niños lesionados son simples espectadores.
Por otra parte, las zonas del cuerpo más afectadas por este tipo de accidentes son las manos -40%-, los ojos -20%- y la cabeza o el rostro -20%-.
Según estadísticas del Centro Oftalmológico Municipal San Camilo, en el caso de las lesiones oculares puede producirse desde una laceración o úlcera hasta la pérdida del globo ocular o de su capacidad visual. Las heridas por cohetes y cañitas voladoras pueden quemar la zona periocular y ocular, que si es superficial puede no dejar secuelas en los adultos pero sí en la población infantil, que sigue su maduración visual hasta los 10 años.
En caso de que algún vecino sufra algún accidente vinculado a la pirotecnia, la municipalidad aconseja acercarse a uno de los 36 Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS) que tiene Berazategui. Los días 25 de diciembre y 1 de enero estarán de guardia, como durante todo el año, el N° 1, N° 2, N° 3, N° 5, N° 11 y N° 14.
Pirotecnia y mascotas
La pirotecnia también afecta a los animales, ya que por su capacidad auditiva -superior a la del ser humano- sufren con las explosiones. Por eso, se recomienda contenerlas en un lugar cómodo, que habitualmente utilicen, junto a objetos que identifiquen como propios, ya que el sonido de los petardos les genera miedo y tienden a escaparse. También se aconseja no mantenerlas atadas, ya que pueden lastimarse.
Asimismo, desde la Clínica Veterinaria Municipal se sugiere colocarles una chapita identificatoria con un número de teléfono, a fin de poder comunicarse con el dueño si el animal llegara a extraviarse. En caso de utilizar algún calmante para la mascota, es necesario asesorarse con un veterinario para poder aplicarlo de manera adecuada.