El consumo de carne vacuna por habitante retrocedió un 18,5% en marzo pasado en comparación con el mismo mes de 2023, según datos revelados por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). Este retroceso se produce en medio de la fuerte pérdida del poder adquisitivo de la población debido al aumento generalizado de precios en la economía y de las tarifas de servicios.
El informe de Ciccra también señala que el consumo aparente de carne vacuna, que considera la cantidad de carne faenada y consumida en el mercado local más lo exportado, tuvo el peor registro de los últimos 30 años. En los primeros tres meses del año, este indicador totalizó 499.700 toneladas, marcando una caída del 17,6% en comparación con el mismo trimestre del año anterior.
La industria frigorífica vacuna produjo un total de 745.000 toneladas res con hueso de carne vacuna en el primer trimestre de 2024, lo que representa un descenso del 7,6% respecto al mismo periodo de 2023. Este descenso se traduce en una producción 61.200 toneladas res con hueso menor en términos absolutos.
A pesar de la caída del consumo interno, las exportaciones de carne vacuna se mantuvieron en alrededor de 85.000 toneladas res con hueso en marzo. En los primeros tres meses del año, se habrían exportado aproximadamente 245.200 toneladas res con hueso, lo que supone un aumento del 22,9% en comparación interanual.
La exportación, aunque enfrenta menores precios internacionales que hace dos años, ha logrado aumentar su volumen frente al declive del mercado interno. En los tres primeros meses del año, la exportación representó el 32,9% de la producción total, mientras que el consumo interno representó el 67,1%, según datos de Ciccra. Comparativamente, el año pasado, en el mismo periodo, el consumo interno representaba el 75,2% de la producción.