Equipos de la Universidad Nacional de Avellaneda, en el marco de un proyecto llevado a cabo junto a la ACUMAR, registraron la presencia de insectos, la calidad de cuerpo de agua y el avance de la vegetación en la laguna de Dock Sud en Avellaneda.
Como parte del proyecto de recomposición y conservación de los recursos naturales de la Reserva Municipal Saladita Norte, la ACUMAR y la Universidad de Avellaneda (UNDAV) continúan con el monitoreo de biodiversidad, realizando los registros de flora y fauna para determinar la calidad de este humedal urbano que se está recuperando desde agosto del año pasado.
El trabajo se lleva a cabo en el marco de un proyecto cooperación entre ACUMAR y el Laboratorio de Biodiversidad y Genética Ambiental (BIOGEA) de la universidad, suscripto a mediados de 2019 que tiene una duración de un año.
La iniciativa tiene por objetivo principal la recuperación y puesta en valor del primer humedal natural de Avellaneda con intervención técnico-científica que monitoree servicios ecosistémicos a través de indicadores ambientales para evaluar la recomposición y conservación de la Reserva Municipal y su laguna.
En agosto de 2019, la ACUMAR, a través de la Dirección de Evaluación de Impacto Ambiental y Social, realizó una intervención integral en la Reserva en la que se retiraron residuos voluminosos de la laguna y residuos domiciliarios de las márgenes, se realizó una parquización y se reimplantó flora autóctona con el objetivo de contribuir a la recuperación natural de este humedal urbano que se encuentra en Dock Sud.
Durante el trabajo se buscó preservar la flora acuática ya que brinda importantes servicios ecosistémicos: purificación de agua y aire; reciclado de nutrientes, mejora el hábitat para especies y favorece la conservación de la diversidad genética, además de generar la fitorremediación.
El rol de los técnicos de la UNDAV consiste en el registro de las condiciones del espejo de agua y la recopilación de información respecto a la variedad y cantidad de insectos que habitan en la laguna. El registro es mensual y permite determinar la evolución de la «salud ambiental» de la laguna.
Uno de los insectos registrados para este trabajo es el alguacil o libélula. Sobre la presencia de estos en Saladita Norte, el Director del Laboratorio BIOGEA de la UNDAV, Javier Muzón, afirmó que «en Avellaneda existen unas 35 especies de libélulas y en La Saladita Norte encontramos once».