En conmemoración al fallecimiento de San Ramón Nonato en Cardona en 1240, cada 31 de agosto se celebra el Día de la Obstetricia y la Embarazada.
La historia relata que San Ramón Nonato fue elegido como patrono debido a las circunstancias de su nacimiento: el término «nonnatus» (en latín: no nacido) proviene de haber sido extraído del útero de su madre mediante una cesárea abdominal realizada por el vizconde de Cardona después de que ella había fallecido.
La Obstetricia, una rama médica dedicada al cuidado de la mujer y el niño por nacer durante el embarazo, parto y puerperio, cuenta con la valiosa colaboración de los Licenciados y Licenciadas en Obstetricia.
En este día, reflexionamos sobre la importancia del vínculo entre el equipo de salud y los pacientes, particularmente durante momentos cruciales como el embarazo. El cuidado constante, los exámenes regulares y la confianza mutua contribuyen a convertir esta fase en una experiencia positiva y llena de respeto.
¿Cuáles son los elementos que contribuyen a una experiencia de embarazo positiva y respetuosa?
La empatía y la comunicación efectiva emergen como herramientas fundamentales en este vínculo esencial. La consideración de las necesidades individuales y familiares, en un entorno sin prejuicios y orientado al cuidado de los futuros niños, resulta esencial.
Es crucial trabajar en conjunto para establecer un vínculo sólido que promueva el cuidado integral de las mujeres en todas las etapas de sus vidas. Desde el embarazo y la preparación para la maternidad y la paternidad, hasta el abordaje de la salud sexual y reproductiva, así como el proceso de parto, nacimiento, puerperio y lactancia.
La colaboración de un equipo de profesionales de la salud que brinde un apoyo efectivo, responda a preguntas y sea receptivo a una amplia gama de necesidades resulta esencial. A medida que se construya la confianza mutua, las interacciones con el equipo obstétrico se convertirán en momentos de cuidado, información y compromiso con la salud.
Hoy, en esta jornada especial, celebremos la vida y honremos la labor de aquellos que se dedican a cuidar y acompañar el asombroso viaje de dar la bienvenida a una nueva vida en el mundo.