El 30 de noviembre se celebra en Argentina el Día Nacional del Mate, una festividad que desde 2015 reconoce y promueve una de las costumbres más emblemáticas del país: el consumo de mate.
Esta fecha fue establecida mediante la Ley 27.117 y tiene como objetivo destacar y perpetuar una de las tradiciones más arraigadas en la identidad cultural argentina. La elección de este día específico se fundamenta en el nacimiento de Andrés Guacurarí Artigas, también conocido como Comandante Andresito, un militar y caudillo guaraní misionero. Él gobernó el territorio misionero y se convirtió en el único gobernador de origen indígena en la historia del país. Además, fue un ferviente impulsor de la producción de yerba mate en su época.
El consumo original de la yerba mate se remonta a los guaraníes, quienes recolectaban hojas de plantas nativas en la selva paranaense. Los jesuitas desarrollaron una técnica controlada de cultivo, pero tras su expulsión en 1767, este conocimiento quedó en manos de los guaraníes, quienes se negaron a trabajar para el régimen español. Durante la gobernación de Andresito, entre 1815 y 1819, de origen guaraní y criado en la reducción jesuítica de Santo Tomé, el consumo y la producción de yerba mate resurgieron, convirtiéndose en un referente vital en la región yerbatera.
El Día Nacional del Mate es una ocasión especial para celebrar y rendir homenaje a esta rica tradición que ha perdurado a lo largo de la historia argentina. El mate no solo es una bebida, sino que también simboliza el compartir, la amistad, la unión y la hospitalidad, elementos fundamentales en la cultura y la identidad nacional.