Luis Zaracho, el jefe de la DDI de Quilmes, es el acusado de “encubrimiento calificado por ser el delito precedente, grave y por su condición de funcionario público” en el caso en el que se encontraban involucrados Lucas Escalante, quien aún se encuentra desaparecido, y Lautaro Morello, que fue hallado muerto.
Junto con la detención de este oficial, otros tres efectivos policiales también fueron arrestados por haber participado del ocultamiento de la información y pruebas sobre los crímenes ocurridos en diciembre del 2022. Por su parte, Luis Alberto Zaracho, de 49 años, encabezaba la delegación con jurisdicción en la zona donde desaparecieron los jóvenes.
Su arresto fue ordenado por el fiscal Daniel Ichazo, titular de la UFI N°1 de Berazategui, que autorizó a la División Homicidios de la Policía Federal a realizar la acción correspondiente. A su vez, otro de los involucrados también fue detenido por la misma causa. Se trata de Sergio Enrique Argañaraz, extitular de la comisaría 4° de Bosques.
Cabe destacar que los primeros arrestados por la causa fueron Cristian y Maximiliano Centurión, quienes habrían cometido el crimen que los imputaría por “homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”. Estos dos aparentes responsables fueron los que involucró Argañaraz en su declaración como culpables, dejándole a la fiscalía la hipótesis de que no tiene mucho sustento y que es un intento de desligarse de la acusación en su contra.