El cronograma de vencimientos revelado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que la administración que asuma el 10 de diciembre próximo deberá afrontar compromisos por casi US$ 20.000 millones ante el organismo multilateral en un lapso de cuatro años. Sin embargo, la cancelación total de la deuda con el FMI demandaría un extenso período de 20 años, según la proyección elaborada por el organismo.
Ante este desafío, los candidatos presidenciales presentan propuestas divergentes para abordar la cuestión. Sergio Massa, ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, ha mostrado su intención de acumular reservas para pagar la deuda y atraer inversiones extranjeras al país.
En contraste, Horacio Rodríguez Larreta, precandidato presidencial de Juntos por el Cambio, señaló que la deuda con el FMI no limitará su gestión en caso de resultar electo, y apunta a llevar a cabo una renegociación sólida.
Mientras tanto, Patricia Bullrich, también precandidata de Juntos por el Cambio, busca apoyo internacional para «blindar» las reservas y superar las restricciones cambiarias.
Su asesor económico, Luciano Laspina, asegura que ofrecerán a los argentinos la garantía de una salida del cepo cambiario con menor inflación y mayor estabilidad, respaldada por el apoyo financiero internacional para preservar el ahorro de los ciudadanos y estabilizar la moneda local.
Por otra parte, Javier Milei, precandidato presidencial de La Libertad Avanza, defiende su propuesta de dolarizar la economía argentina y afirma tener el «financiamiento» necesario para implementar esta iniciativa y cumplir con los pagos al FMI.
En el contexto de la campaña electoral, las distintas posturas de los candidatos generan debates sobre la mejor estrategia para enfrentar el desafío de la deuda con el FMI y estabilizar la economía del país. La decisión que tome el próximo gobierno tendrá un impacto significativo en la situación financiera y el futuro económico de Argentina.