El Municipio de Avellaneda en conjunto con la presencia policial arribaron a una vivienda situada en la intersección de las calles Casella Piñero y Mujeres Argentinas, de la localidad de Sarandí, para tapiar la entrada de la casa con la justificación de que esta daba acceso a la plaza.
Con la llegada sin previo aviso de la Policía, los albañiles y los representantes municipales, quienes estaban presentes en la vivienda decidieron permanecer allí y rehusarse a que les quiten la única entrada a su hogar. Si bien estaban predispuestos a presentar los planos de la casa para que no sigan adelante la construcción de los muros, los municipales rechazaron la propuesta y terminaron la obra dejando tan solo un cuadrado abierto por donde solo se puede ver la cara del supuesto dueño.
Actualmente, en el lugar viven 12 personas, que fueron obligadas a tener que compartir una misma salida: «Tuve que abrir una pared para salir y llevar a las chicas al colegio»
«Van a mejorar el espacio público a costa de empeorar nuestra calidad de vida»
Remarcó Lucas.
«Mintieron y nosotros no podemos convivir compartiendo una misma salida. El pasillo era un punto intermedio que les servía a todos»
Sin ventilación ni la puerta de salida que el dueño tuvo en su casa desde que reside allí (2005), al municipio pareció no importarles si lograrían salir o sobrevivir luego de la tapiada. Sin embargo, según los vecinos del lugar, la vivienda esta construida sobre un terreno usurpado junto al viaducto ferroviario y no tienen ningún derecho para reclamar judicialmente su presencia en la propiedad o decisión sobre el inmueble ilegal.