Los habitantes de Lomas de Zamora y Avellaneda han quedado conmocionados al conocer los testimonios de víctimas que afirman haber sido estafadas por la constructora Portofino SRL, acusada de engaños millonarios que suman cerca de 20 millones de dólares. La historia de Alejandro Albarini, un residente de Lomas de Zamora, refleja la trama detrás de estas acusaciones.
Alejandro Albarini, vecino de Lomas de Zamora, relató cómo se convirtió en una de las víctimas de la constructora Portofino SRL. Inicialmente, un vecino le recomendó la empresa, que supuestamente se dedicaba a trabajos civiles y había completado varios edificios con apariencia de normalidad en la zona. Albarini se interesó por una vivienda y, al parecer, los problemas comenzaron una vez que intentó tomar posesión de su departamento en la calle Alvear en Lomas.
El encargado de la constructora, Pablo Bertoldi, que actualmente se encuentra prófugo, no le entregó el boleto de compra ni las llaves de la propiedad. Tras varias frustradas tentativas por resolver el problema, Albarini descubrió que las oficinas de la inmobiliaria habían cerrado. «Empiezo a llamar, apagado, vine a lo de mi amigo, que era socio de él, y me dice ‘los cagaron a todos, se borró'», relató Albarini.
La situación se tornó aún más complicada cuando Albarini se dio cuenta de que la constructora había vendido los mismos departamentos a múltiples compradores, lo que desencadenó la confusión y la desesperación entre las víctimas.
Según los testimonios, la estafa parece repetirse en cada edificio, con boletos duplicados y personas que no son los legítimos dueños de las propiedades. Albarini y otros afectados han iniciado denuncias y han recopilado pruebas en un esfuerzo por buscar justicia.
Los padres de Pablo Bertoldi, quienes también eran socios de la inmobiliaria, estuvieron detenidos temporalmente con el objetivo de proteger su seguridad, dada la gran cantidad de personas afectadas.
Federico Gutiérrez es otra de las víctimas de Portofino SRL. Él se interesó en un departamento en la calle Laprida en 2021 y fue atendido por Úrsula Gutiérrez, quien era la apoderada de la empresa y quien manejaba todas las operaciones en dólares en efectivo. La constructora prefería que todo fuera en negro, evitando transferencias bancarias. Sin embargo, las promesas de progreso en la obra nunca se cumplieron y el cartel de la empresa desapareció.
Estas revelaciones han llevado a una autoconvocatoria de más de cien personas estafadas, incluyendo a dueños de terrenos que no eran propiedad de Portofino SRL. Se estima que la estafa alcanza los 20 millones de dólares entre inmuebles y actividades financieras. Las víctimas esperan recuperar su inversión, pero la incertidumbre prevalece.
Las investigaciones están en curso, y las autoridades trabajan en la búsqueda del prófugo Pablo Bertoldi y en aclarar la magnitud de la estafa que ha dejado una marca indeleble en Lomas de Zamora y Avellaneda.