Distintos especialistas anticiparon un escenario desafiante para el consumo en el próximo año, atribuyendo la caída a un contexto de estanflación que impactará en el poder adquisitivo de los hogares.
Osvaldo Del Río, director de la consultora Scentia, proyectó un panorama complejo para el consumo masivo en 2024, sugiriendo que podría registrar un retroceso de hasta cinco puntos. Explicó que las definiciones macroeconómicas previstas para el próximo año, incluido un necesario sinceramiento de precios, junto con una situación de estancamiento económico, contribuirán a este declive.
El experto señaló que la inflación se acentuará debido a nuevas medidas y al arrastre de incentivos al consumo implementados en el pasado, anticipando meses iniciales con una alta inflación. Además, destacó que el control de precios, aunque útil en ciertos contextos, ha tenido efectos negativos en otros canales económicos.
En cuanto al comportamiento del consumo, Del Río destaca que después de seis años de declive continuo, 2022 registró una modesta recuperación del 1,9%. Sin embargo, para 2023, a pesar de pronósticos inicialmente negativos, se espera un cierre positivo, rondando el 1,8% hasta octubre.
Ante este panorama, el especialista prevé que las personas defenderán su consumo básico mientras enfrentan restricciones en gastos discrecionales como ropa, salidas, gastronomía y entretenimiento.
Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, destaca que Argentina ha experimentado ciclos recurrentes de estanflación y señala que el próximo año seguirá esa tendencia, marcado por la corrección de los precios relativos de la economía. En este escenario, anticipó una disminución del salario y de la actividad económica, afectando el consumo en el mercado interno.