El ministro de Economía, Luis Caputo, advirtió que los próximos meses serán difíciles en términos de inflación, y las primeras estimaciones tras el anuncio del «Paquete de Urgencia Económica» no hacen más que confirmar estas preocupaciones. Comercios minoristas ya proyectan incrementos significativos en los precios, que podrían afectar fuertemente el consumo.
La devaluación del peso, que llevó el dólar oficial a los $820 por unidad, y el aumento del impuesto PAIS para importaciones son dos factores clave que se traducirán en un ajuste de precios. Un relevamiento focalizado en 30 productos de la canasta básica y consumo masivo, primeras marcas, arroja un promedio de subas del 98,7%, indicando que los precios podrían duplicarse en el corto plazo.
Entre los productos más afectados se encuentran aquellos que ya experimentaban problemas por faltantes y trabas a las importaciones en los últimos meses. El kilo de banana lidera las estimaciones con un aumento del 210%, seguido por el precio del atún que se prevé salte casi un 178%, y el café molido que podría aumentar un 165%.
Empresarios de grandes superficies y bocas de proximidad intercambian los primeros números estimativos, basados en las listas de precios que esperan recibir en los días posteriores al anuncio de Caputo. Aunque algunos datos son aún borradores, se espera que la mediana de los aumentos roce el 93%, afectando significativamente el presupuesto de las familias.
Caputo, en sus declaraciones, reconoció la herencia de «inflación reprimida» y aseguró que el país está enfrentando las consecuencias de una política monetaria ultra expansiva de los últimos 4 años. Aunque destacó la necesidad de decir «una verdad incómoda» en lugar de una «mentira confortable», los analistas anticipan un retroceso importante del consumo en el mediano plazo debido a la falta de capacidad de los presupuestos familiares para afrontar estos aumentos.
La economía, que ya estaba descontando estas medidas a un dólar de $700, se encuentra ahora ajustándose a una realidad superior. Expertos sostienen que el sistema de precios dependerá de la caída de la demanda del peso y de la formación de precios por aumentos de costos, lo que implicará la suba del tipo de cambio oficial y la corrección de tarifas de servicios.
Mientras la brecha cambiaria se reduce, el mercado espera señales de confianza provenientes de un plan económico integral que aún no se ha anunciado, según Damián Di Pace, titular de la consultora Focus Market. La incertidumbre persiste en medio de ajustes significativos que podrían afectar la economía y los bolsillos de los ciudadanos en los meses venideros.