Más de 65 países criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. La Organización Mundial de la Salud se unió al llamado, que coincide con el Día contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.
ONUSIDA, la agencia de la ONU encargada de luchar contra la propagación del VIH/Sida, pide a los países que tienen leyes discriminatorias contra las personas que componen la comunidad LGTBIQ+ (las lesbianas, los gays, los bisexuales, los transexuales y los intersexuales, queers y más) que las eliminen de sus legislaciones.
«Todos tenemos la obligación moral y legal de eliminar las leyes discriminatorias y promulgar leyes que protejan a las personas contra la discriminación», dijo Gunilla Carlsson, directora ejecutiva de la citada agencia. “Para terminar con la epidemia de SIDA, las personas necesitan estar protegidas de cualquier daño. Necesitamos justicia e igualdad para todos”.
Esta petición coincide con la conmemoración, este 17 de mayo, del Día contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que este año tuvo como lema «justicia y protección para todos».
Más estigmatización, mayores riesgos de vida
Los hombres homosexuales tienen aproximadamente 28 veces más probabilidades de contraer el VIH que la población general y son mucho menos propensos a acceder a los servicios de diagnóstico y tratamiento del virus. En 2017, este grupo representó el 18% de las nuevas infecciones por VIH en todo el mundo.
“Es de vital importancia que creemos un mundo donde todas las personas puedan acceder a los servicios sociales y de salud que necesitan sin la amenaza de la violencia y la discriminación. La cobertura universal de salud significa llegar a todas las personas: las minorías sexuales y de género tienen el mismo derecho a la salud que todos los demás”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
“La justicia y la protección de todos es fundamental para impulsar el avance de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y sus Objetivos. La promulgación y aplicación de leyes y políticas no discriminatorias, la derogación de leyes punitivas y el acceso a la justicia universal son fundamentales para cumplir el compromiso de no dejar a nadie atrás», dijo por su parte Achim Steiner, Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.