La inmensa extensión de hielo marino que rodea la Antártida, conocida como el «refrigerador» del planeta, está en grave peligro debido a su rápido derretimiento, alertaron científicos del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de Estados Unidos. Esta advertencia se suma a la creciente preocupación sobre el avance del cambio climático y su impacto en todo el mundo.
Según los expertos del instituto norteamericano, la Antártida se ha revelado como más vulnerable al cambio climático de lo que se pensaba inicialmente. Eventos climáticos extremos, como la ola de calor de 2022, han elevado las temperaturas en la región y debilitado la resistencia del hielo, lo que ha planteado serias inquietudes sobre el aumento del nivel del mar y su impacto en las comunidades costeras a nivel global.
Walter Meier, responsable de monitorear el hielo marino en el Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés), expresó su preocupación: «La superficie de hielo marino que rodea la Antártida está ahora en niveles históricamente bajos, tan alejados de lo que hemos visto que es casi increíble.»
Datos satelitales han revelado que la superficie de hielo marino en torno a la Antártida ha disminuido en un 300% más rápido desde 2012. En septiembre de 2023, el hielo cubría solo 16.892 millones de kilómetros cuadrados, muy por debajo del promedio de 18.750 millones de kilómetros cuadrados registrado en las últimas tres décadas.
La desaparición de esta vasta capa de hielo tiene implicaciones climáticas devastadoras para el planeta. Con una mayor extensión del océano sin la capa de hielo que lo protegía, el agua absorberá la luz solar en lugar de reflejarla, lo que contribuirá al calentamiento del agua y acelerará el deshielo. Este fenómeno, denominado «efecto albedo del hielo», podría alterar el papel crucial de la Antártida como regulador de las temperaturas globales.
Los océanos con temperaturas récord de este año también se consideran un factor que contribuye al derretimiento del hielo antártico, ya que el agua caliente no se congela con facilidad. Cambios en las corrientes oceánicas, los patrones de viento en la Antártida y el fenómeno meteorológico de El Niño son otros elementos que pueden influir en esta situación.
En los últimos siete años, se han registrado mínimos históricos de hielo en tres de los veranos antárticos. Además, en marzo de 2022, se vivió una ola de calor en la región que elevó las temperaturas hasta 40 grados Celsius por encima de lo normal.
El derretimiento récord del hielo marino en la Antártida es una llamada de atención global sobre la urgencia de abordar el cambio climático. Los expertos han instado a la adopción de medidas urgentes para detener este proceso y proteger uno de los reguladores climáticos más críticos de nuestro planeta. La advertencia es clara: la vulnerabilidad de la Antártida ante el cambio climático podría tener consecuencias severas a nivel mundial si no se toman acciones decisivas.