En el marco de la expansión de la pandemia de COVID-19 que tiene lugar en el mundo desde principios de este año, el gobierno nacional expresó su preocupación por la epidemia de desinformación que afecta a la población global y, particularmente, a la argentina. Acerca de esto, la Organización Mundial de la Salud brindó varias aclaraciones para refutar la información falsa.
Alertados por el caudal de información que se difunde constantemente en las redes sociales virtuales, y en el marco de las restricciones a viajeros y la suspensión de eventos públicos, el gobierno nacional expresó su preocupación por la viralización de información falsa.
La Infodemia, nombre puesto de manera oficial, es una «epidemia» paralela, en este caso, a la del COVID-19 que consiste en difundir información sin sustento científico y que genera pánico o promueve conductas incorrectas. El concepto, creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue usado por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, en el marco de una charla con periodistas en la que se refirió a los riesgos de caer en estas prácticas.
Para enfrentarla, la OMS publicó una serie de aclaraciones para refutar las diferentes publicaciones que aparecieron en las redes e, incluso, en algunos medios y que nada tienen que ver con los sugerido por el organismo para prevenir el contagio.
Las aclaraciones
No es cierto que se pueda matar el virus en 30 segundos con un secador de manos como los de los baños públicos y no sirve tomar un baño caliente para matar el virus.
Los barbijos, con o sin filtro, no deben reutilizarse y no se pueden lavar. «Cuando se ha estado en contacto próximo con una persona infectada por el nuevo coronavirus o por otra infección respiratoria, se debe considerar que la parte frontal de la mascarilla utilizada está contaminada. Para quitársela, no toque su parte frontal. A continuación, elimínela correctamente y lávese las manos con un gel hidroalcohólico o con agua y jabón», afirmaron.
No se puede eliminar el virus con una lámpara ultravioleta para desinfección. La OMS desaconseja el uso de ese tipo de lámparas en cualquier parte del cuerpo porque la radiación puede lastimar la piel.
No sirve rociarse el cuerpo con cloro o alcohol para matar el virus si ya entró en el organismo. «Tanto el alcohol como el cloro pueden servir para desinfectar las superficies, siempre que se sigan las recomendaciones pertinentes», advirtieron desde la OMS.
No hay riesgo de contagio si uno recibe paquetes enviados desde China, las vacunas contra la neumonía no sirven para evitar el contagio de coronavirus y no es necesario enjuagarse regularmente la nariz con solución salina para evitar el contagio ya que no hay pruebas de que ese método sea efectivo. Tampoco hay pruebas de que comer ajo prevenga el contagio del virus.
El virus no afecta solo a las personas mayores, sino que puede infectar a la población de cualquier franja etaria. Sin embargo, los mayores son los más proclives a enfermarse gravemente.
Los antibióticos no son efectivos para combatir la enfermedad, el virus no se transmite a través de picaduras de mosquitos y todavía no hay un medicamento para tratar el coronavirus.