Un tema que ha captado cada vez más interés entre los expertos es el estudio de los fenómenos aéreos no identificados (FANI), también conocidos como UAP en inglés. Una nueva encuesta realizada entre académicos revela que la comunidad científica está lista para abordar los misterios que se ocultan en los cielos.
En un estudio publicado en Humanities and Social Science Communications, se encuestó a más de 1.400 académicos de Estados Unidos, revelando que un 37% de los participantes considera que la investigación de estos fenómenos no identificados es valiosa. Además, un 19% de ellos afirma haber sido testigo directo de estos eventos o conocer a alguien cercano que lo ha sido.
Estos resultados son significativos, ya que destacan la importancia de investigar lo que hasta ahora muchas mentes brillantes preferían ignorar. Los académicos que participaron en la encuesta son expertos en distintas áreas y representan lo mejor de lo mejor entre 144 universidades de Estados Unidos, incluyendo profesores, asistentes y profesores asociados.
Una de las razones por las que los científicos desean adentrarse en el estudio de los fenómenos aéreos no identificados es la sensación de que aún hay mucho por descubrir. Estos fenómenos no necesariamente están relacionados con naves extraterrestres, pero abarcan cualquier cosa que no pueda ser identificada como una aeronave o un fenómeno natural conocido.
Los encuestados muestran una tendencia a no especular sobre las explicaciones detrás de estos fenómenos, con un 39% prefiriendo no ofrecer ideas y un 21% creyendo que están relacionados con fenómenos naturales aún no suficientemente analizados. Sin embargo, también hay quienes consideran que las explicaciones podrían estar vinculadas a inteligencias desconocidas.
La mayoría de los académicos encuestados aún no ha explorado la investigación de los FANI, pero se muestran dispuestos a hacerlo. Más del 40% afirma que si un experto en la materia lidera las investigaciones, estarían dispuestos a unirse y colaborar en proyectos relacionados. Esta declaración de intenciones de la comunidad académica de las grandes universidades estadounidenses abre una puerta para que entidades especializadas y centros de investigación se involucren en el estudio de estos fenómenos.
Se espera que estos datos impulsen una investigación más sólida sobre los FANI y finalmente se obtengan respuestas a las preguntas que han despertado la curiosidad de las personas durante tanto tiempo.
El momento es propicio, ya que en los últimos años se han publicado documentos importantes que demuestran que incluso grandes entidades, como la NASA, están interesadas en resolver los misterios del cielo y descubrir qué existe más allá.