En diálogo con Gera Yeah, voz y bajista de Carroña Sharong. Tres personalidades diferentes que decidieron complementarse por una fundamental razón: el disfrute que les da la música. Una charla sobre historias, expectativas y esencia artística.
¿Por qué “Carroña Sharong”?
Queríamos poner un nombre de dos palabras, una agresiva y otra suave, que a la vez funcionen al unísono. El “carroña” estuvo siempre definido…se me ocurre poner “carroña” en el traductor Google en francés y salió una palabra, sharoñe (sic), que como no sabemos francés (risas) hicimos la gran kiwi melón y por fonética pusimos “sharong”, que funcionan en conjunto porque las dos palabras significan lo mismo, bah en teoría, en nuestro universo sí. Queríamos plantear esta bipolaridad, que cada cosa tenga su lado oscuro pero también de luz y al revés.
¿Cómo definen el estilo de la banda?
Está influenciado por la música del ‘90, el rock alternativo, grunge, pero cada tema tiene su propia identidad, y la idea es siempre no repetirse. No hay un estilo marcado, sino que buscamos que cada canción tenga su propia impronta, y a la vez, la identidad de la banda. Nos gusta Royal Blood, Queens of Stone Age, al batero le gusta mucho Blink 182. De ellos tomamos cosas no sólo a nivel musical sino también en lo que es shows en vivo. A mí el bajista de Blink me influenció mucho en lo que es show, después me encanta Travis (Barker) que es el batero, y si lo ves en vivo es una mezcla de él con Dave Grohl (Foo Fighters), al guitarrista le gusta Pantera. Cada uno tiene su propia impronta que en el conjunto de la banda da eso peculiar que identifica a Carroña.
¿Qué sentís que aporta cada uno de ustedes?
Es una banda bastante equilibrada. Hay mucha energía y nos cagamos de risa, nos divertimos tanto que se transmite y se nota en el público. Somos tres personalidades totalmente distintas pero a la vez podemos trabajar en equipo. Desde que entró Pablo se aportó mucha prolijidad, aparecieron los famosos excels que dan una buena organización. Además es una persona muy crítica, tiene buen criterio, y hay cosas que antes se pasaban por alto, tanto musical como instintivamente: hacer las fechas, la organización, que ahora no pasan por alto y nos ayuda a crecer en general. Yo soy el que hace los temas, si bien cada uno aporta su parte, y después se le da forma. Me encargo de buscar fechas, tener relación con otras bandas, sería como el erre erre pe pe (sic) de la banda. Soy el que está tirando ideas todo el tiempo. Migue es un apoyo enorme, ya que al chabón cuando se le plantea algo que le gusta y que esta buenísimo, se lo carga al hombro y le manda para adelante, siempre. Es una banda muy buena a nivel grupo humano y estamos contentos con esto.
¿Qué mensaje les gustaría dejar?
Depende del tema. No hay una temática general que querramos abarcar. Eso sale a medida de lo que la base musical nos transmite y nos llega. No es lo mismo lo que teníamos que decir hace nueve años que ahora. Por ejemplo, hay un tema que es “Noveno día” que habla del control de las masas mediante la religión, “Último en la tierra” sobre la soledad y que cada uno tal vez se sienta culpable de esa situación, “Diciembre” es un desamor, un tema de corazones rotos; “Yo” que habla de una persona que sufre esquizofrenia. Las letras de los nuevos temas que estamos componiendo son más de superación.
¿Cómo se da el proceso de composición?
Últimamente salió mucho de zapar en la sala, uno de los nuevos salió así. Lo que hago casi siempre es componer en casa, darle forma, grabar una maqueta en la computadora y pasársela a los muchachos para que hagan su parte. Por ahora es la manera más efectiva y rápida en los tiempos de hoy, que no hay tanto como para poder dedicar, más que nada teniendo en cuenta que cada uno tiene su propio trabajo.
¿Cómo encuentran el equilibro entre la banda y el trabajo?¿Tuvieron vaivenes con esto?
Es difícil porque tenemos horarios y trabajos distintos. El único día libre que tenemos es los lunes. El resto no coincidimos en días y horas, pero bueno, encontramos un equilibrio a paso lento pero firme. Las cosas vienen funcionando y saliendo bien. Lo importante es que los tres estamos decididos que queremos hacer con la música. Disfrutamos mucho y es importante para darle vida a Carroña Sharong.
¿Les gustaría vivir de la música en algún momento?
Está complicado trabajar de esto, no es el objetivo principal porque lo importante es pasarla bien y ser cada vez más profesionales a nivel musical y banda. Hoy en día no es lo que nos desvive, pero estaría bueno tener ingreso de algo que te gusta, lo que potenciaría y mejoraría el nivel musical.
Entonces ¿son de proyectar cosas a largo plazo o quieren vivir el momento?
Lo más próximo que hay es un acústico, nos queremos sacar las ganas de hacerlo a todo trapo, con muchos músicos invitados y reversionando temas. Lo vamos a hacer en el teatro El Cubo a fin de año. Si bien nuestros temas no son acustizables, cuando los componemos no pensamos en hacerlos acústicos, va a ser todo un reto hacerlo. Estamos muy emocionados con esto y metiendo a full en composición y redacción de los temas. Vamos a sumar vientos, coristas, percusiones, algún que otro instrumento poco común. Hacer una especie de MTV Unplugged pero de manera independiente. El año que viene queremos grabar el segundo disco. Los temas que vienen tienen un aire nuevo, más modernoso. Va a tener cosas que se escuchan más en la música actual. La idea es profesionalizarse lo más posible, llegar a la mayor cantidad de público posible, y disfrutar. Nos gustaría también hacer una gira por el interior pero todavía no estamos con eso, primero hay que definir la grabación nueva.
¿Los tres tienen alguna canción propia que sea de cabecera?
Cada uno tiene su preferida, pero creo que en común sería “Diciembre”. Si bien nos encanta y es emotivo, desde que sacamos el video se transformó en el tema preferido de todos y eso se ve en los recitales cuando de repente empiezan a cantarlo o se escucha ese grito de “¡uh, qué buen tema!” que hace la gente.
El video de “Diciembre” tiene más de diez mil visitas en YouTube y puras devoluciones elogiosas ¿Cómo surge esta elección en el relato?
Quisimos hacer un video que no fuera la clásica historia de amor, de pareja triste, feliz, que se pelean y juntan de nuevo. Nos juntamos con Charly Gómez, el director del video, tuvimos un brain storming y nos pareció muy bueno, contemporáneo, hablar de identidad de género. Originalmente en el video hay una pareja heterosexual pero a medida que van surgiendo cosas, juegan con probarse ropa, a una de las partes le termina gustando esto, hay un conflicto y termina con que la pareja no existe más, uno encontró su identidad. Siguen amándose pero de distinta manera. En palabras es difícil explicarlo, pero en el video esto se entiende perfectamente. El trabajo de Charly es increíble. Con Pablo Schiavo, el camarógrafo, tuvimos un set de rodaje buenísimo, y los actores ni te digo, de máxima calidad. Disfrutamos tanto del rodaje como del fruto del mismo.
¿Qué metas pudieron cumplir hasta hoy?
El año pasado presentamos el primer disco en el Roxy. Lo hicimos con una banda hermana, 21 Gramos, estuvo explotado de gente, nos divertimos un montón. En noviembre presentamos el video de “Diciembre” y pasó algo muy peculiar porque fue la noche que más llovió en Buenos Aires y estaba todo inundado. Se me rompió el auto por la lluvia. Sesenta personas no vinieron por esto, mandaban fotos de las calles y casas que tenían llenas de agua, no podían salir, y sin embargo bajo todo panorama superamos la cantidad de tickets vendidos del Roxy anterior ¡Pensábamos que iba a estar vacío el lugar y de repente estaba estalladísimo! Esto nos llenó el corazón.