Fueron realizados por Javier Albornoz junto al equipo de Arte Público de la Secretaría de Cultura local. Están inspirados en los murales del Hotel Provincial de Mar del Plata, creación del artista local César Bustillo, y son nueve diosas que representan a cada localidad de Berazategui.
La Secretaría de Cultura de Berazategui presentó los nuevos murales realizados por el artista Javier Albornoz junto al equipo de Arte Público Berazategui ubicados en la intersección de las calles 11 y Lisandro de la Torre.
La obra, llamada «La vigilia de las Diosas», retrata nueve figuras femeninas de carácter mitológico que representan, cada una, a una localidad de Berazategui. La obra está inspirada en los murales del Hotel Provincial de Mar del Plata, obra célebre del artista berazateguense César Bustillo.
En esta conjugación de personajes fantásticos y elementos cotidianos se deja entrever la invención de un relato mitológico propio, con referencias a la historia y elementos identitarios locales.
Pereyra es la más antigua de las diosas y está representada como una anciana cubierta de vegetación, en referencia al Parque Provincial Pereyra Iraola. Hudson es presentada como la diosa del río y encarnada en el cuerpo de una sirena, debido a la cercanía de la localidad con el Río de La Plata.
Plátanos se encuentra montando un caballo debido a que, en esa zona, la familia Ayerza se dedicó a la cría de caballos árabes hacia fines del siglo XIX. Está ornamentada con hojas de plátano, un árbol muy común en la zona.
Gutiérrez es una joven cubierta en vegetación al igual que la diosa de Pereyra. Se encuentra montada en bicicleta en alusión al velódromo de Gutiérrez. A Berazategui, por otro lado, la encarna una mujer de aspecto joven, ornamentada con piezas de vidrio. Porta una rosa de cristal, aludiendo a un poema de la escritora Gioconda Bertoia, el cual refiere a nuestra ciudad.
Villa España toma referencias de aquellas mujeres inmigrantes provenientes de Europa meridional en relación al origen de la localidad y Ranelagh se presenta como una mujer de origen europeo, debido a que la localidad toma su nombre del castillo del Conde de Ranelagh, ubicado a orillas del río Támesis, en Inglaterra. Porta una rama de eucalipto, árbol muy común en la zona y la acompaña la famosa margarita, ícono del lugar.
El Pato, al tratarse de una zona de actividad mayoritariamente agrícola, está representada por una mujer que labra la tierra y, finalmente, Sourigues, la localidad más joven del partido, está representada con la imagen de una niña. En una de sus manos lleva una rama de aromo, uno de los árboles distintivos de la zona.