Con más de 1 millón y medio de personas en Argentina que cuentan con el Certificado Único de Discapacidad (CUD), el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires destaca la importancia de reflexionar sobre el derecho a la alimentación saludable de este grupo poblacional diverso.
El CUD es el documento público otorgado a personas con deficiencias físicas, intelectuales, motoras, psicosociales, viscerales o sensoriales de largo plazo. Según el Registro Nacional de Personas con Discapacidad, más de 1 millón y medio de argentinos poseen este certificado.
La licenciada en Nutrición, Clara Torreira, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, destaca que aunque las personas con discapacidad no suelen tener requerimientos nutricionales especiales en términos de energía o micronutrientes, pueden necesitar adaptaciones en su alimentación según sus posibilidades. Torreira subraya la importancia de la individualización en el acompañamiento nutricional, reconociendo las diversas realidades y necesidades de las personas con discapacidad.
El abordaje nutricional varía según la edad y las características de cada grupo etario. Torreira enfatiza que es esencial considerar el tipo de discapacidad y las potencialidades de cada individuo. Desde bebés hasta adultos mayores, cada grupo tiene necesidades específicas y requiere un enfoque adaptado.
El contexto social en el que vive cada familia también desempeña un papel crucial en el abordaje de la discapacidad. Factores como la cobertura de salud, el acceso a terapias de rehabilitación, agua potable, alimentos y empleo estable influyen en la calidad de vida y la nutrición de las personas con discapacidad.
A pesar de la importancia del rol de los nutricionistas en el equipo de salud para lograr un abordaje integral de las personas con discapacidad, actualmente, estos profesionales no están incluidos en las prestaciones que ofrece el Certificado Único de Discapacidad. El Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires aboga por revisar y debatir esta exclusión, enfocándose en garantizar el derecho a una alimentación adecuada y saludable para las personas con discapacidad.