La principal angustia que está viviendo la gente de Quilmes es la imparable inseguridad en las calles. Más allá de la sugerencia de estar en casa por prevención del Coronavirus, las personas no salen de sus casas por temor a la violencia con que son robadas. “Te tiran al piso y te arrastran por un celular o por la cartera”, contó a Nueva Época una vecina de Bernal. Yo tengo actividad esencial, agregó, e iba a trabajar caminando para no exponerme a los riesgos del Covid 19 en un transporte público, pero ahora tengo que gastar en remise. A las 9,30 de la mañana no podés caminar por la Av. San Martín de Bernal. Eso que es una avenida transitada. Tengo más miedo a las motos que al Coronavirus,” A mi hija ya la golpeados dos veces para sacarle el celular,” finalizó.
Otra persona que estacionó diez minutos para hacer una compra en una farmacia del centro de Quilmes, al regresar al auto se encontró con la puerta destrabada, – le habían bloqueado en cierre-, y quitaron una cantidad de objetos de valor que tenía en su automóvil creyendo que estaba cerrado como lo había dejado.
“Quilmes está triste”, dijo el dueño de un conocido y tradicional bazar de la calle Lavalle. Nunca se ha vivido así. No hay policía en la calle, no hay ninguna clase de prevención para proteger a los residentes, esto es un caos. Martiniano no hizo una buena gestión, pero a esta situación de inseguridad no llegamos nunca. Esto es un desastre. Además, con el cierre total de la actividad comercial e industrial, hay mucha gente que no puede trabajar, y que están fuera del sistema legal. Se consiguen una moto y salen a robar. No va a quedar nadie en pie”
En verdad, no se observa que el municipio haga algo para frenar la inseguridad que azuela Quilmes, donde sus autoridades dicen que se está programando la instalación de cámaras de seguridad, lo que es bueno, pero las cámaras sirven para ver cómo te golpean, y lo que importa que es que no te golpeen. Además, se preguntó una vecina de Quilmes Oeste, ¿para que sirve que con las cámaras se sepa cómo te robaron y a veces para atrapar a los ladrones, pero a los dos días están otra vez en la calle robando. La justicia no existe.