Los llaman “los rompecoches”, son unos monolitos de cemento que están en las esquinas de la calle Las Flores. Eduardo, un vecino nacido el Wilde, dijo que es absurda la existencia de estas construcciones hechas por el intendente Jorge Ferraresi, porque costaron mucho dinero a la comuna, no sirven para nada y destruyen los zócalos de los automóviles que, al doblar hacia la derecha, no siempre son vistos desde el lado izquierdo donde está sentado el conductor.