El Municipio de Quilmes comenzó con las tareas de limpieza del edificio de las calles Allison Bell y Garibaldi, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido como Pozo de Quilmes durante la última dictadura cívico-militar. El trabajo se enmarca dentro de la Ley 14.895/17, que dispuso transformar el lugar en un sitio para la memoria.
Se trata de un paso importante en el objetivo de recuperar el espacio para la promoción y defensa de los derechos humanos, que fue posible tras haberse concretado la mudanza de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes, el pasado 22 de enero.
Las tareas de limpieza son realizadas por personal de la Secretaría de Servicios Públicos y supervisadas por el área de Derechos Humanos y el Consejo del Sitio para la Memoria, Defensa y Promoción de los Derechos Humanos del ex CCD. «Contamos con una compañera, Rosa Giménez, que se capacitó en limpieza de sitios históricos», detalló el secretario de Derechos Humanos del Municipio de Quilmes, Hugo Colaone.
«Como parte del trabajo de limpieza se procedió a sacar todos los trastos viejos, carcasas de CPU, puertas y vidrios rotos y basura en general. Luego, seguimos con la limpieza de cada habitación. Una vez culminadas estas tareas, haremos la desinfección y desratización».
En este edificio funcionó la Brigada de Investigaciones de Quilmes, perteneciente a la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Entre 1975 y 1979 el predio fue utilizado como centro clandestino de detención, conocido como Pozo de Quilmes. De acuerdo a la información disponible, aproximadamente 250 personas estuvieron secuestradas allí.
Desde 1998 funcionó en el lugar la DDI de Quilmes. En 2017 se aprobó la Ley 14.895 que estableció la transferencia del inmueble a la Comisión Provincial por la Memoria con el objetivo de que se transforme en un Sitio para la Memoria, Defensa y Promoción de Derechos Humanos y así contribuir a mantener viva la historia reciente de nuestro país en la memoria de las quilmeñas, los quilmeños y los bonaerenses.
Este año, la DDI completó la mudanza a su nueva sede, por lo que comenzó el trabajo para recuperar el edificio de Allison Bell y Garibaldi como sitio de memoria.