Las filas en las estaciones de servicio para cargar naftas se mantienen en varias zonas del país debido al aumento de la tensión entre el Gobierno y las empresas petroleras.
Fuentes del sector y del Gobierno han mencionado que la situación «continúa normalizándose», aunque no han establecido un plazo concreto para la resolución de los problemas que llevan cinco días afectando el suministro de combustible.
El domingo, Sergio Massa, candidato presidencial y ministro de Economía, advirtió que suspendería las exportaciones de crudo si el abastecimiento no se normalizaba. El gremio petrolero de Vaca Muerta, una importante área de producción de petróleo, anticipó un paro para el miércoles si la situación persiste.
La falta de abastecimiento de combustibles se produce en medio del cierre técnico de una refinería de la petrolera estatal YPF y de la imposibilidad de pago en dólares para la importación de combustibles. Además, se ha registrado un aumento de la demanda debido a un fin de semana largo con alto movimiento turístico y preocupaciones sobre una posible devaluación y aumentos de precios tras las elecciones presidenciales.
El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de las provincias de Río Negro, Neuquén y La Pampa ha expresado su apoyo al cierre de exportaciones anunciado por Massa y ha anunciado un paro de actividades si las empresas no resuelven la falta de abastecimiento.
Sin embargo, dos fuentes de empresas petroleras privadas han calificado la amenaza de detener las exportaciones de crudo como una medida «electoralista» que no resuelve el problema real, que es la falta de capacidad de procesamiento de las refinerías en Argentina.
La importación de combustibles también implica vender a pérdida para los importadores, ya que el Gobierno impuso un congelamiento de precios en agosto que no refleja los costos del crudo.
Expertos en energía sostienen que esta situación es consecuencia de la falta de planificación y control, y de la ausencia de una política de precios estable a largo plazo en el sector de los hidrocarburos. La incertidumbre económica y la falta de divisas han llevado a esta crisis, que se espera se resuelva en el corto plazo, pero que pone de manifiesto los problemas estructurales en la industria petrolera argentina.