La reconocida firma automotriz Toyota ha tomado la decisión de emprender un significativo proceso de reestructuración en su plantel laboral local debido a la persistente caída en la demanda de vehículos en el mercado argentino. Como parte de esta medida, se espera que la empresa implemente un plan de retiros voluntarios con el objetivo de reducir aproximadamente 400 puestos de trabajo.
La determinación de la compañía fue comunicada a los representantes del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), quienes han sido informados sobre los planes de la empresa para los próximos días. Se anticipa que durante esta semana se darán a conocer los detalles específicos del plan de retiros voluntarios y las condiciones en las que se llevará a cabo.
De acuerdo con fuentes vinculadas al sector automotriz, Toyota proyecta producir alrededor de 25.000 unidades menos este año en comparación con el año anterior, pasando de unas 186.000 unidades a unas 160.000. Esta reducción en la producción se enmarca en un contexto de prolongada crisis económica que ha impactado negativamente en las ventas de la industria automotriz en el país.
Previamente, Toyota había implementado medidas como la reducción de horas extras para sus trabajadores y la paralización de la producción durante un turno completo los días lunes, como parte de sus esfuerzos por hacer frente a la situación económica adversa.
En el ámbito más amplio del sector automotriz argentino, se especula que otras empresas podrían seguir los pasos de Toyota, presentando planes similares de retiros voluntarios o reducción de jornadas laborales en un intento por adaptarse a la disminución de la demanda y las condiciones del mercado.
Por otro lado, a pesar de las dificultades económicas, Toyota ha continuado invirtiendo en su operación local, recientemente destinando una suma de 50 millones de dólares para la producción del modelo utilitario Hiace en su planta ubicada en Zárate, provincia de Buenos Aires. Esta inversión busca fortalecer la presencia de la marca en el mercado argentino, que sigue siendo un mercado crucial para la compañía.
Gustavo Salinas, presidente de Toyota, destacó anteriormente la importancia de recuperar los ingresos en el país para hacer que los vehículos sean más accesibles para los consumidores argentinos. En este sentido, señaló la necesidad de ajustar los salarios para garantizar una mayor equidad económica y mejorar la capacidad adquisitiva de la población.
En conclusión, la decisión de Toyota de reducir su plantilla laboral y lanzar un plan de retiros voluntarios refleja los desafíos que enfrenta la industria automotriz argentina en medio de una situación económica complicada, al tiempo que la empresa continúa buscando formas de mantener su presencia y competitividad en el mercado local.