El preservativo vaginal llega a Argentina como nuevo método anticonceptivo y de prevención de enfermedades de transmisión sexual. Esta semana comenzó la distribución gratuita de este producto, gracias a un acuerdo entre el Ministerio de Salud y algunas universidades nacionales, siendo la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) la primera en ofrecerlo.
Hasta ahora, el único preservativo disponible en Argentina era el peneano, lo que limitaba las opciones de cuidado para las personas con vagina que tienen relaciones sexuales con penetración. Con la introducción del preservativo vaginal, se amplían las alternativas de protección y se busca fomentar la autonomía de las mujeres y disidencias en su salud reproductiva.
El envase de este preservativo presenta dos aros, uno grande y uno chico, y está hecho de nitrilo en lugar de látex, como los preservativos tradicionales. Esto es especialmente importante, ya que muchas personas tienen alergia al látex y los preservativos de nitrilo suelen ser más costosos. Al ser distribuido de manera gratuita, se busca garantizar el acceso igualitario a este método anticonceptivo.
La colocación y retirada del preservativo vaginal se explica de forma didáctica en la Consejería Integral en Salud y Derechos Sexuales y (no) Reproductivos de la UNDAV. Además, se destaca que tiene la misma eficacia que el preservativo peneano y puede ser colocado hasta ocho horas antes del acto sexual.
La incorporación del preservativo vaginal responde a la necesidad de prevenir el aumento de enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis, que ha experimentado un incremento preocupante en los últimos años, especialmente entre la población joven. Esta estrategia forma parte de una prevención combinada del VIH, las ITS y los embarazos no deseados.
La iniciativa busca crear un espacio de confianza en las universidades para abordar temas de salud sexual y reproductiva, complementando los servicios de atención médica convencionales. Se espera fortalecer la articulación entre las universidades y los sistemas de salud, para brindar respuestas integrales a las necesidades de la comunidad universitaria y superar las barreras existentes.
El preservativo vaginal está dirigido a mujeres cisgénero, varones trans, otras identidades de género con vagina, trabajadores sexuales, personas jóvenes y quienes enfrentan situaciones de violencia de género.
Con esta nueva opción anticonceptiva y de prevención de enfermedades de transmisión sexual, se busca mejorar la salud reproductiva de las personas y fomentar una mayor autonomía en la toma de decisiones sobre su cuerpo y su sexualidad.