La Universidad de Buenos Aires (UBA) está liderando un proceso de revisión de planes de estudio para carreras clásicas de grado en Argentina, como Medicina e Ingeniería. Catalina Nosiglia, secretaria académica de la UBA, aclara que no se trata de un «recorte», sino de cambios o reformas curriculares con el objetivo de enfrentar la deserción estudiantil y actualizar la formación académica sin perder calidad.
Hace dos meses, se anunciaron las modificaciones, respaldadas por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que aprobó lineamientos de políticas universitarias. La duración teórica de las carreras se ha establecido en cuatro años y 2600 horas de clase, pero muchas superan estos valores. La UBA busca eliminar áreas sobredimensionadas y asignaturas que repiten contenidos, disminuyendo la carga horaria pero manteniendo la calidad de la formación.
Ingeniería y Medicina no son los únicos casos; otras cinco carreras de la UBA, como Licenciatura en Economía y Administración Agraria, Licenciatura en Ciencias Ambientales, Diseño Gráfico, Licenciatura en Letras y Tecnicatura Universitaria en Turismo Rural, ya han reducido su carga horaria. La Universidad Nacional de Rosario también implementó cambios, estableciendo que la carga horaria total de sus nuevas carreras tendrá un máximo de cuatro años.
Alejandra De Gatica, secretaria académica de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), destaca que en la UNSAM, la mayoría de las carreras no requieren recortes de carga horaria, pero se centran en traducir el sistema de créditos para explícitamente definir las horas de trabajo autónomo de los estudiantes.
Guillermina Tiramonti, investigadora de educación en Flacso, destaca la necesidad de trayectorias cortas y flexibles en la educación superior argentina, más acorde con los estándares globales, permitiendo una articulación efectiva entre los niveles de grado, maestría y doctorado.
A pesar de las comparaciones con estándares globales, Nosiglia enfatiza que las carreras argentinas, aunque más extensas, preparan a los egresados para estudios de posgrado sin inconvenientes, tanto a nivel nacional como internacional. La implementación de estos cambios busca mejorar la salida laboral, la duración real de las carreras para estudiantes que trabajan y la tasa de deserción estudiantil.
Nuevas tendencias en ofertas académicas
La tendencia a la transformación en la educación superior también se refleja en la creación de nuevas carreras. La Universidad Nacional de Mar del Plata lanzará en 2024 la Tecnicatura Universitaria en Industria de Bebidas y el Profesorado en Lengua Italiana. Otras universidades presentan carreras más novedosas, como la de Almirante Brown con Diseño y Desarrollo de Videojuegos, la de Rosario con la licenciatura en Corretaje Inmobiliario, y la de Catamarca con Ciencias de Datos y Ciberseguridad. La Universidad de Hurlingham suma Desarrollo Agrario y Gestión del Mantenimiento a su oferta en 2024. Estas iniciativas buscan adaptarse a las demandas del mercado y ofrecer opciones más flexibles y alineadas con las necesidades actuales.